Siempre tuvo aires de reina callejera y las mujeres con alma de artista jamás han dejado de producir piezas de gran belleza y provocación. Y cada vez son más los hombres que se avienen a este uso impertinente de joyas de fantasía. ¡Nadie se las quieren perder!
Porque si bien es presentada muchas veces como plebeya, la bijou reciclada retoma fielmente su mejor tradición: la de que no hay ocasión, clase social ni bolsillo que deba privarse del adorno, la belleza y la autoexpresión. Así, las grandes casas de la "Moda Consagrada" han tomado para sí esta tendencia y recuperado este sentido popular como a una vieja herencia querida y un poco olvidada. Reciclada, deconstruida, mixturada, pervertida y puesta en valor, así es la bijouterie de las últimas colecciones de las grandes casas:
Un collar que reúne cadenas, organza y dijes con pedrería. De Lanvin, que basó en esta mezcla de materiales y laxitud formal toda su colección de bijou 2011.
De Chanel, este raro collier de estilo egipcio y colores audaces que se unen con lana amarilla, terciopelo índigo y madroños de algodón turquesa pasando a través de los eslabones de cuatro líneas de chanelísimas cadenas doradas.
Gucci recurre a una estrategia similar, que mezcla cadenas de strass, cinta de algodón y un trenzado de tientos de cuero para una preciosa pulsera en azules y oro.
Pero no le hace falta una firma reconocible para deslumbrar: la bijou de estilo reciclado toma de lo viejo lo mejor para renovarlo, con la frescura y el desparpajo que se necesitan cuando deseamos que lo ya conocido vuelva a sorprender.
Francesísimo, decadente y romántico diseño que recupera perlas y cadenas en un estilo absolutamente actual y decontracté.
Algunos broches con florcitas de brillantes imitados y un pañuelo negro que interrumpe y aliviana estas dos vueltas de perlas falsas. Todo el conjunto se refresca con un juvenil aire informal.
Otra audaz composición de aires románticos, en el que retoman protagonismo unas pocas piedras talladas. Lo demás, es pura fantasía distribuida con gusto y sin miedo a la añoranza ni al qué dirán.
Strass, cadenas, perlas y piedras sólo son la excusa para poder usar una linda pasamanería como accesorio, y los restos de temporadas anteriores suman brillo, complejidad, interés y riqueza expresiva. Pero el reciclaje no desperdicia nada, e incluso aquellos materiales u objetos que antes no se habían prestado a la bijouterie, son ahora empleados con gran logro para divertimento, adorno y expresión artística.
Este es un impactante e irreverente collar plástico, confeccionado con tres hilos torsados de los tacos altos rosas de Barbie, no solo es ingenioso, sino también muy bello. Digno de un auténtico Schiaparelli, ¿no?
Más increible aún es esta gorra tejida que recupera cintas, objetos de goma y ... las torneadísimas piernas de la famosa muñequita Barbie
Recortes de encaje unidos como por arte de magia en esta muñequera muy romántica, hecha con todo lo que diera ese look y extrema feminidad
Esta otra muñequera retoma terciopelos, raso y encajes que une con el tema de las plumas en el bordado con canutillos.
Novedoso y arriesgado uso de encajes y puntillas aplicadas al brazo y al cuello como un tatuaje en relieve, con brillo y la dosis de espectacularidad necesaria para que nadie deje de mirar.
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