La década entre guerra y guerra (1940 a 1950) produjo una moda estricta y a la vez contradictoria. ¿Cómo era ser trendy en aquella época donde la única y verdadera moda era la escasez?
Pocos metros de tela, tejidos más baratos -surgen con fuerza los sintéticos-, modelos austeros y, como siempre, para romper un poco esa rigurosidad, accesorios bastante profusos.
Los zapatos y los sombreros crecieron en altura y visibilidad gracias a materiales poco convencionales y más baratos: plataformas de corcho o madera, tiras de tela en vez de cuero, grandes tocados armados con cualquier cosa -papel de periódico incluso-, flores de tela, de piedras, de madera, carteras y bolsos en tamaños insólitos y confeccionados por las creativas "fashionistas" de la época, infaltables guantes, textiles intervenidos por sus hábiles dueñas con apliques de tul, celofán, o lo que sea, bordados en hilos y piedras, frunces que forman dibujos, franjas, ondulaciones siguiendo las líneas del modelo en cuestión...
Estas mujeres parisinas durante los años de la ocupación alemana no resignaban estilo, look ni belleza.
El uso del dorado y los apliques o pequeños detalles de pieles casi fueron el único lujo posible, ideas venidas de Hollywood, que era cada vez más popular junto a sus "estrellas", que entonces marcan tendencia...
Marcaban tendencia también con sus pañuelos al viento, pero cosidos o abrochados a las prendas: otro modo de aflojar y glamourizar el rigor de esos duros tiempos.
El uso de la bijoux, ya impuesta durante la década anterior, se afianza y comienza a ser masivo, "el detalle" elegante que definirá el outfit y el estilo.
Debimos ya saber que a grandes crisis grandes invenciones y que los años 40 ahora vienen preformateados para aliviarnos un poco esta crítica década en curso, la del 2010.
Entonces, ahí vamos con las "novedades" para ir por el 2012 como si estuviéramos de paseo:
En esta fotografía de Oliver Stalman para Elle Dinamarca (marzo 2012), ves un tailleur entre masculino y femenino con pocos metros de tela, como en los cuarenta, pero dulcificado pues le falta el toque militar de aquellos años. Deja ver por debajo la ya clásica blusa blanca ( un must de esos años creado por Givenchy), el gran collar bib de cadenas doradas, el sombrero, los guantes y pulseras.
Otra mujer que parecería ser militar si no llevara animal print. El corte estricto del traje está, pero hay mucho glamour en ese escueto birrete en piel sintética a juego con el echarpe sobre las solapas, en los bucles que destacan los aros pegados a las orejas y un reloj menos visible que su pulsera hecha con una larga correa.
Un tailleur by Casa Dior, con bolso en un blando tweed de lana, boina adornada con plumas, collar de varias vueltas y broche a la altura del primer botón, stilletos con glitter... ¿Qué más para destacarte en el montón?
Pocos metros de tela, tejidos más baratos -surgen con fuerza los sintéticos-, modelos austeros y, como siempre, para romper un poco esa rigurosidad, accesorios bastante profusos.
Un aggiornadísimo look años ´40 por Dior.
Por favor, no olvides tus sandalias de plataforma con gruesas medias.
Un Dior 2011 como los de aquellos tiempos.
El uso del dorado y los apliques o pequeños detalles de pieles casi fueron el único lujo posible, ideas venidas de Hollywood, que era cada vez más popular junto a sus "estrellas", que entonces marcan tendencia...
Precioso par de clips, datados de 1940
Marcaban tendencia también con sus pañuelos al viento, pero cosidos o abrochados a las prendas: otro modo de aflojar y glamourizar el rigor de esos duros tiempos.
El uso de la bijoux, ya impuesta durante la década anterior, se afianza y comienza a ser masivo, "el detalle" elegante que definirá el outfit y el estilo.
Debimos ya saber que a grandes crisis grandes invenciones y que los años 40 ahora vienen preformateados para aliviarnos un poco esta crítica década en curso, la del 2010.
Entonces, ahí vamos con las "novedades" para ir por el 2012 como si estuviéramos de paseo:
En esta fotografía de Oliver Stalman para Elle Dinamarca (marzo 2012), ves un tailleur entre masculino y femenino con pocos metros de tela, como en los cuarenta, pero dulcificado pues le falta el toque militar de aquellos años. Deja ver por debajo la ya clásica blusa blanca ( un must de esos años creado por Givenchy), el gran collar bib de cadenas doradas, el sombrero, los guantes y pulseras.
Otra mujer que parecería ser militar si no llevara animal print. El corte estricto del traje está, pero hay mucho glamour en ese escueto birrete en piel sintética a juego con el echarpe sobre las solapas, en los bucles que destacan los aros pegados a las orejas y un reloj menos visible que su pulsera hecha con una larga correa.
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