¡Las pulseras llegaron para reinventar los guardarropas en crisis!
Delgadas estilo Madonna o anchas -si son anchísimas mejor-, nunca menos de tres o cuatro en el mismo brazo... simples de materiales naturales o sofisticadas hippies, las suntuosas de perlas, o las cadenas siempre chic , o las motockeras de cuero, las románticas florales, las más pop de plástico en colores netos y gigantescas formas audaces... todas sirven y deben abundar. Y los collares enrollados, cadenas, dijes colgantes: el asunto es que cubras por lo menos un tercio de tu brazo. ¡Ni sueñes con la mesura! Revisá los cajones de tu tocador y el tocador de tu abuela también. Si es necesario, llevarás con orgullo las mejores pulseras de la familia (con un guiño confiesa que son "vintage"). Y recordá sobre todo que el refinamiento jamás pasa de moda.
Llevarás entonces muchas pulseras: allí donde las capas de abrigo no dejan asomarse un collar y donde los frunces y estampados de verano no permiten distinguir un accesorio, estan los brazos, libres para recibir lo que en otro sitio de tu atuendo sobrecargaría o pasaría desapercibido.
Al sacarte la campera, este arreglo sería demasiado aburrido si no rompiera su formalidad con la algarabía de sus coloridas pulseras
Unico consejo: si sos delgada, tu figura se alarga hasta allí donde tintinean las pulseras, si sos gordita, no sobrecargues tanto, manejate con algo más de discreción -recordá que las miradas irán hacia allí-. Podés entonces seguir a la moda y redirigir la atención hacia tu cabeza con unos aros, hebilla o broche super llamativos.
Aquí van algunas ideas:
De Chanel, el rosa en todos sus tonos que tanto se usa este invierno pasa al verano sin ningún problema, se suman las pulseras hacia arriba y ¡ya está!
Estas esclavas negras de alto contraste: van directo al corazón de la fiesta estival. Suman mil puntos a un vestido blanco.
Púas, tachas y cadenas para un estilo de chica-pesada
y sin desprejuicios.
Otras que de invierno a verano no sufren ninguna restricción: metales en dorado y plata vieja, con centros marcados a veces por flores extremas. El jardín de la mente baja al brazo.
Color shocking, textura extrema y glamour en esta pulsera que brilla por donde la mires y no dejará de brillar.
¿Que mejor para acompañar las rayas de colores netos, que subrayar el look con pulseras formando rayas también?
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