Pétalos, estambres, nervaduras, la naturaleza vegetal con sus exóticas formas y raras iridiscencias es parte de una joyería que celebra el élam vital. El arte celebró siempre la vida natural, pero la Primavera ha sido desde muy antiguos tiempos uno de sus íconos predilectos.
La joyería produce múltiples, brillantes e imaginativas réplicas de la naturaleza, tan diversas y exquisitas como sus originales en cuanto a la sutileza de sus formas, color y detallismo.
Comencemos por las afamadas casas de moda, que han hecho de las flores su insignia: Chanel con sus camelias, Dior con la rosa...
Barroquismo y color sin barreras en la colección en las ya clásicas rosas deDior 2011, diseño de Victoire de Castellane.
Flores e insectos conforman este exuberante anillo en oro esmaltado y circonitas, también de joyería Dior 2011
Esta camelia de Chanel super estilizada es un anillo en platino y diamantes con rubí central.
Maravillosa orquidea de la casa Cartier
Una exquisita camelia-gargantilla de patino engarzado con diamantes y esmeraldas, de Chanel, y abajo, otra vez por Dior, un bib en los mismos materiales que reproduce un precioso ramito de muguets.
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