Desde hace 30 años la especialidad de Mary Arantes son las joyas y los textiles, los contrastes, los colores, las texturas y el tamaño gigante, los materiales naturales y las técnicas autóctonas. Podría decirse que es una maestra del diseño sustentable y una maravillosa exponente de la moda "antropológica" del Brasil actual .
Es que ella es original: nunca fué su interés parecerse a nadie ni seguir estrictamente una moda. En cada colección se advierte una búsqueda personal íntimamente ligada a las emociones, a los sentimientos, a la memoria y la historia popular. Arantes sabe cómo asociar los sueños con la idiosincracia del lugar para crear alguna cosa bonita y cambiar un poco el mundo.
La artista-empresaria nació en el Valle de Jetiquinhonha, en Río Prado, Brasil. Su motivación desde niña ha sido “si no puedes tenerlo, hazlo por ti misma”. Luego de años de reflexionar, Mary descubrió que entró a la moda al mudarse a Belo Horizonte a los 12 años, cuando necesitó diferenciarse de las otras niñas por su modo de vestir. Empezó a crear piezas de joyería con objetos cotidianos, con mucha inspiración y cerca de su padre, que era sastre. Con los restos textiles del taller de su papá y la ayuda de su madre, ella confeccionaba prendas que luego vestía. Si compraba zapatillas, las bordaba. Si tenía un collar nuevo, lo desarmaba y le ponía todos los santitos de su comunión.
No obstante, cuando se dió cuenta que la vorágine llevaba a que el trabajo fuera siempre lo mismo, optó por lo más difícil: lo hecho a mano, lo complicado, los temas nacionales y levantar banderas que necesitan ser visibilizadas. Por eso ella dice que quien compra sus productos viste "una historia, una emoción".
Su marcado interés por lo social hizo que fuera invitada a hacer una colección sobre pájaros del Amazonas. Y resultó que el Amazonas no era lo que ella creía. Allí se enteró que una madre, por no escuchar llorar de hambre a sus hijos, se puso a cazar pájaros para hacer una sopa. Bordar pajaritos para una colección hubiera sido una mentira. Entonces, bordaron en una pieza una pluma con la leyenda "es preciso ser leve" y en otra "mis hijos no conocían el pan, comían pájaros".
De su experiencia de más de 30 años en la moda, Mary rescata permanentemente el valor artesanal del trabajo y la cantidad enorme de manos que hay detrás de cada pieza. Además de autora, maestra y activista en múltiples emprendimientos de carácter social, esta increíble mujer es una gran empresaria. Las más de 900 piezas que incluye su producción son legítimamente brasileras. Sus piezas son realizadas sólo a mano por más de 70 empleados para unos 500 puntos de venta.
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