En la ciudad de Buenos Aires hay un arte popular nacido de la mágica e intensa fusión de culturas que se dió y tuvo su mayor logro en el tango. De la misma época y la misma extraña y generosa mixtura está hecho el "filete porteño".
Su nombre habla de un hilo, filo o filete, posiblemente copiado de los "carretos" sicilianos, que decoró y fijó para la memoria esperanzas y logros en textos con rima o los mitos de esta tierra, enmarcados todos por alegres líneas curvadas, enroscadas, entrelazadas y sombreadas.
A medida que los filetes se fueron incorporando a los carros tirados por caballos o a los transportes colectivos que se empezaban a fabricar aquí, el fileteado de las carrocerías se afianzó e incorporó muchos más elementos decorativos.
Este "escarabajo" de Wolkswagen "vive" en Buenos Aires.
De las fachadas art-nouveau que por los años 20 comenzaban a embellecer la ciudad vinieron los motivos vegetales y flores de cinco o cuatro pétalos. Y también hubo letras cursivas o góticas, que todo el mundo leía, porque su caligrafía ornamentada era conocida y jugaba bien con el llenado excesivo de las superficies. Hubo filetes engrosados que terminaban siendo banderines, banderas o cintas argentinas. Y hubo símbolos de la fuerza masculina, como caballos o dragones -que parece fueron tomados del friso superior del teatro Cervantes-.
Y hubo hojas de acanto, cornupias y diamantes. Y hubo vivos colores sicilianos con mucho dorado y el celeste y blanco argentino... bandoneones y retratos de Gardel... o de santitos autóctonos como la virgen María, la difunta Correa o el gauchito gil.
Isabel Sarli, actriz argentina y musa de las fantasías sexuales de toda Latinoamérica
Todo eso hubo, inmerso en una tiránica y ordenadora simetría.
El apogeo fué un poco antes de que en 1970 la escultora Esther Barugel y su marido el pintor Nicolás Rubió organizaran en la galería Wildenstein una muestra con los paneles que habían sido parte de esos primeros carros tirados por caballos. La exposición fué un éxito, e hizo que aquello que estaba incorporado al paisaje cotidiano de los porteños empezara a ser mirado como un valioso producto cultural.
Botellitas que fueron obsequio durante una convención internacional de ejecutivos de la bebida.
En 1975 una disposición municipal prohibió los fileteados en las carrocerías y luego cerraron o casi las fábricas de colectivos, el pueblo no tuvo dinero para comprar camiones, y el filete fué desdibujándose en la ciudad. Sólo perduró en la cartelería de bares y almacenes.
No obstante, una generación de artistas pop ya había tomado nota y el fileteado se incorporó a numerosas obras.
El auge actual del tango y quizás también de los tatoo y el body painting, pone ahora en la calle y en los escenarios un fileteado menos rígido y más sensual, un fileteado que se transforma en memoria en movimiento, hecho en el cuerpo. Encarnado.
Artistas populares con sus cuerpos "fileteados"
Filete de Bicentenario.
En un desfile realizado con ocasión del Bicentenario
me acuerdo en el año 99 cuando yo trabajaba en el Paqrque de la Costa me encargaron un proyectop de vestaurio para la inauguracion del Abasto,y diseñe vestaurios de tango fileteados
ResponderEliminarEse proyecto se lo quedaron, no prospero mi propuesta, peor al poco tiempo salio eso en carteles y afiches
Probablemente se hizo antes no lo se, tampoco es que era una idea genial, peor al menos asi publicado nunca antes se habia presentado y claramente habian levantado mi idea sin pagarme(y yo no la habia registrado....)
La expereincia me lleov a registrar cada punto que dibujo
Hay mucho talento en argentina, estoy de acuerdo con vos, peor hay muuuucho ladri ...
Al margen de esta anecdota que no tiene mucha importancia ahora en mi carrera, ciuncido que el fileteado es un simbolo porteño que podria explotarse muchisimo mas, volver a los bondis fileteados seria una buena forma de enrriquecer la impronta argenta porteña, algo que incluso para el turismo representa un atractivo mas
;)
Buenisimo tu blog, muchisima buena informacion
Gracias!
cariños
mg