La "buena estrella" que tuvieron las falsas joyas de Chanel es sabida: gracias a ellas Cocó se convirtió enla primera gran fabricante, casi la inventora de la bijouterie. Lo no tan conocido es que su éxito llegó de la mano de Fulco Santoestéfano Della Cerna, llamado Conde di Verdura, un talentoso aristócrata siciliano e inconformista. Él resultó luego inspiración para joyeros como Jean Schulumberger, David Webb, Kenneth Jay Lane, Angela Cummings, Paloma Picasso... Pero vayamos a la historia:
Fulco conoció a Cocó Chanel en Venecia, en 1925, en casa de sus amigos Cole y Linda Porter. En 1927 se inició en el taller parisino de textiles de Cocó, hasta que ella le descubre su talento para las joyas.
Aros de oro y sándalo
Durante los ocho años en que Fulco estuvo a cargo del departamento de joyas de Casa Chanel, rediseñó y actualizó la colección de perlas de Coco, obsequio del Duque de Wentminster y del Conde Romanov y creó algunos de los íconos de estilo más famosos de la Casa Chanel.
Muchas de esas perlas, mezcladas con torzadas de oro y el color de las piedras preciosas y semipreciosas para sustituir los costosos diamantes, terminaron en un gran invento de Fulco: unos brazaletes muy anchos, ajustados a la muñeca pero abiertos en la parte posterior y al frente adornados con la Cruz de Malta, llamados "cuff".
Suyos también fueron los grandes aretes de perlas rodeados de trenzas de metal dorado. El fué el hacedor del mítico motivo Chanel de la soga, y de las enrejillados de metal.
Pulsera realizada con un "enrejillado de sogas"
Cuando Fulco conoce al Barón Nicolás de Gunzburg emigra a Norteamérica, en 1934.
El Barón se convierte en editor de las revistas Harper´s Bazaar, Vogue y Town & Country, poniendo las joyas de Verdura en las portadas. Fulco comienza a trabajar para Paul Flato hasta que en 1939 abre su propia joyería, donde hace trabajos por encargo, muchísimos de ellos para las actrices del floreciente Hollywood, abriendose un camino de gran éxito y reconocimiento.
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