Invaden las pasarelas y es imposible obviarlas, pero fue durante los ´80 que Madonna las reinventó con insolencia. En cierto modo es como si ella les hubiera quitado su contenido místico y poder desde que las llevara sin reverencia y de a montones. En sus aros, pulseras o pecho, las cruces fueron ícono y parodia del mundo occidental, ordenado no de acuerdo a las virtudes, sino a lo que se ostente como dosis de autoridad (moral) encaramada en el poder.
Desde entonces, llevar una cruz no es confesión de credo, sino símbolo de lo que es necesario cuestionar y desentronizar.
El glam, voraz e insaciable dios cuyo brillo requiere alimentación permanente, las reencuentra ahora gigantes y ostentosas pero bellas como siempre, muy bellas.
Irreverencia y retro total: cruz al cuello de un collar rosario acompañando este modelo
bien setentista de Pucci.
Dos cruces, una hecha gargantilla y otra como pendiente de una cadena acompañan el creciente barroquismo de las colecciones de Chanel.
Una forma muy práctica de ir a la moda: pulsera de Givenchy.
Llevá cruces donde quieras. Las negras estan de re-onda.
Hay cruces en los anillos también...
Y una idea de alto super ultra hiper mega glam, de la mano de Christian Lacroix: una cruz en la espalda de tu bleiser formada por pins y broches de todo tipo y color donde las cruces, por supuesto, no pueden faltar...
Sobre un vestido de lamé plateado, cruces glamorosas según Vogue
Hola, Antes que nada gracias por pasarte y comentar...
ResponderEliminarCon respecto a tu pregunta de las fotos no están retocadas ni nada de eso, verdaderamente no me gusta hacerlo, solo que ese día estaba así de gris, bien nublado y salieron por casualidad de esa forma.
Muy bueno tu blog.
Beso, Germán.
http://urbanmanbas.blogspot.com.ar/
´Más increíbles entonces esas fotos! La luz tiene sus maravillas que jamás podremos imitar. Por eso es tan linda la fotografía.
ResponderEliminarbeso, Clarisa