sábado, 16 de abril de 2011

Con el glamour de Audrey Hepburn


¿Querés verte super glamorosa en esa fiesta que ni te esperabas?
Usa los collares XXL sobre algo sencillo y oscuro, como lo hacía Audrey Hepburn, para que cobren protagonismo y luzcan en todo su esplendor. ¿Ves que su vestido es sumamente simple? Justamente por eso destacan los detalles: joyería, peinado, guantes, boquilla... Conclusión: cuando quieras lucirte no confundas al receptor de tu mensaje enviando datos redundantes e innecesarios.
Este año, para decorar escotes y cuellos, estan de moda unos excéntricos maxi collares. Brillantes, de perlas, cadenas o acrílicos, ellos no pasarán desapercibidos si tienes en cuenta varias cosas.
Con escotes al ras puedes lograr una transformación radical: un collar-babero que cubra un tercio de la delantera la convertirá en una blusa bordada con pedrería o con lo que sea.




Con escotes más profundos, el collar babero improvisará una rica pechera sobre tu torso desnudo, seduciendo con ese "te muestro algo pero no todo" que ya sabemos infalible. Y también tienes la opción de una gargantilla muy sexy que marque tu cuello y destaque la piel de tu cuello y pecho.



Las posibilidades son muchas, y la buena noticia es que todo sirve para improvisar este look si no quieres gastar.
Sean una simple cinta en varias vueltas o trenzada junto a un collar de piedras brillantes o de perlas, o una gargantilla más elaborada con pedrería y filigranas... o esos baberos de muchas cadenas o piedras superpuestas... o los novedosos collares textiles hechos de ricos materiales reciclados, bordados en hilos brillantes... o los de abalorios y fornituras metálicas sobre cuero, los tejidos, los de telas termoselladas con pinturas y perlas acrílicas...  hay muchas posibilidades para que tu ropa luzca diferente.



Luego, si sobre todo eso va un lindo chal que sustituya el clásico saquito y con distintas formas de enrollarlo sobre tu cuerpo logras caídas sugerentes junto a algún broche que lo sostenga en el sitio indicado, habrás improvisado algo muy sensual para esa noche inesperada que te sacuda el aburrimiento. Y si lo que llevas puesto no tiene mangas, no olvides unas cuantas pulseras a juego o algún otro collar o cadena enrollada a modo de brazalete: estarás perfecta sin complicarte demasiado.
Aprovecha unas horas de la tarde del domingo y ensaya en la intimidad de tu tocador de frente al espejo.


Una cinta de acariciador terciopelo subrayando el cuello, o junto a una bijouterie que de otro modo parece demasiado raida. Ese collar que tenías abandonado, doblado en dos y atado con un moño de gros en la nuca, muchos collares combinados al modo de una pechera sobre esa blusita insulsa que hace tanto no usas...


Collares y cintas envolviendo el cuello en un escote que era tan pequeño o tan provocativo... El chal por encima en diagonal tapando un solo hombro y con un broche sujetado al otro lado bajo el brazo y debajo del busto...
La bijouterie hace maravillas en tu vestimenta habitual cuando no te atas a reglas prefijadas. Busca, busca, que algo encontrarás. Y cuando surja la ocasión estarás preparadísima para transformarte en otra.


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