sábado, 29 de octubre de 2011

Collares: no importa qué pechos tengas…¿O sí?


Cuando el sol empieza a entibiar, la ropa se hace escasa y la bijou entusiasma, “rellena” y determina. Sin fanatismos, los collares son un recurso veraniego ultra interesante que permite jugar con el estilo, diferenciarnos y completar  nuestro outfit (o arruinarlo para siempre). Conclusión: saber usarlos se hace indispensable.
Hay muchísimos modelos de collares y sus largos son variados. Pero no todos son para una. Porque el busto, esa parte del cuerpo que nos hace sentir  tan femeninas y que a los otros resulta irresistible, a veces es un verdadero problema, y aunque no sea para tanto, es bastante difícil encontrar una mujer contenta con lo que tiene. Por consistencia, forma, o tamaño, siempre hay un defectillo que disimular. Y tu modo de vestir puede realzar lo mostrable y disimular lo ocultable. 


¿Cuáles son los trucos para balancear tu imagen y sentirte más armónica y segura con lo que  Natura te dio? ¿Cuál es la clave?
Escotes y collares son complementarios y la forma de tu busto servirá de guía para ambos. Vestirás y aderezarás tu vestuario acentuando la cintura de modo que pecho y caderas tiendan a tener igual contorno. Con espalda y pecho pequeños, podés recargar arriba. O viceversa: para un gran busto nada mejor que desviar de él esas miradas imperdonables.
Entonces, antes de comprar ese collar que te vuelve loca, pensemos en tu figura:
Poco busto:
¡Felicidades! Corres con ventaja.  Tu busto es fácil de llevar, no cae y hace que te veas delicada. Escotes redondos y cuellos Halter que suben hacia el cuello lo “engrandecerán”. O sino, un buen corpiño con relleno te prestará lo que desees.

No vayas demasiado ajustada arriba. Luego: ¡estás en condiciones óptimas de llevar  el collar más llamativo y voluminoso! Eso sí, la protagonista sos vos, no tu collar.
¡ASI NO!
 Sí a los collares de varias vueltas, con adornos, o superpuestos. Los babero o bib son indicadísimos. El abuso de cadenas es otra gran opción si “medís” el resto de tu bijou.
  
Mucho busto:
ESto es más complicado. Los corpiños reductores ayudan, pero aquí el uso inteligente de tus accesorios es determinante. El truco es llevaar las miradas hacia la cintura y el rostro. Un escote al cuello es lo peor (ensancha enormemente tu cara) y el que tiene forma de V y lleva las miradas hacia la cintura el mejor -siempre que no se abra, claro-.
Nunca, nunca nunca uses collares en forma de Y, o cuya pendiente haga zambullir todas las miradas dentro de tu pecho. ¡Y quedan prohibidos terminantemente los collares torsade o de varias vueltas y perlas gruesas!
 ¡ASI NO!

Busto junto:
Algunas se enorgullecen de él, pero en otras el surco que se forma al medio es alto y molesto. Para estas, el escote bote o al cuello y los collares vistosos en cualquier largo son sus aliados. Evitá los escotes en V, que juntarán tus senos hasta hacerlos desaparecer. Un strapless con gargantilla o collar de perro queda super bien.


¡ASI NO!
Busto separado:
Buscaremos juntar ópticamente los pechos. Los corpiños con push up son ideales. Los cuellos altos y escotes halter que suben también. Olvidá los tops, los strapless y los escotes bajos con o sin breteles, que hacen ver los pechos hiperdivorciados.  
¡ASI NO!
Si tu busto es pequeño y separado... ¡huí de la falta de collares! En este caso tenés vía libre para todos los que se te ocurran.
Si tu busto es grande y separado bastará con collares con una pendiente importante y su charm o collares en Y, ideales para vos.
Busto de nacimiento bajo:
Adelante con los collares cortos, que terminen antes de la entrada de tu pecho. Lo que lleve la mirada más abajo, out.
¡ASI NO!

Los largos noche (40 – 43 cm) y princesa(43-47 cm) y las gargantillas y collares de perro (atan el cuello  justo debajo de la garganta), son los adecuados porque refuerzan tus hombros y tu cuello.


Busto de nacimiento alto:
Los collares largos y voluminosos con buena caída vienen de maravilla.
¡ASI NO!


Los collares cortos y livianos, que terminan más arriba del busto, o los largos y delgados que llegan mucho más abajo son los apropiados. Si tienen un pendiente pesado, algo que "empuje" tu look en sentido vertical, te favorecerá mucho más.
El Matineé (50-60 cm.), el Ópera (71-86 cm.) y el famoso collar sautoir ( un ópera con largo charm en forma de borla de perlas) son sus amigos estratégicos, ya que sobrepasan la entrada del busto.
Una gargantilla hará muy elegantes a las altas. A las bajitas, las “acorta” un poco más.

Para completar la información sobre este tema podés ver en este blog A cada escote su collar_

jueves, 27 de octubre de 2011

Peinados con accesorios a la carte.

Corto y engominado, o suelto, abundante y casi despeinado; en alto y con voluminoso recogido en rodete, o llevado hacia atrás en una cola; con trenzas o con bucles… Lo lleves como lo lleves, tu cabello tendrá un toque de bijou. Este año la cabeza gana en atención, cuidados y belleza, llevándose muchos de los esfuerzos que renuevan tu estilo.
Vinchas, hebillas, peinetas, moños, flores, pinchos, broches, pañuelos, diademas, sombreros, cintas, tiras de perlas y pequeños tocados, todo está listo para renovar tu imagen. Con poco dinero los adornos para el pelo te dan la oportunidad de conseguir el look.
Pero antes de poner manos a la obra, estudiá algunos de los estilos en boga para alimentar la imaginación:

Un retro bien siglo XXI : un pañuelo enrollado forma esta doble vincha que contiene un peinado sensual y descontracturado.


En apariencia opuesto al anterior, el lujo retro de esta delicada cinta de raso sujeta un voluminoso batido y un jopo "pegado" en la frente con fijador.


Horquillas con flores de tela y perlas para sostener unas ondas apenas insinuadas. Superfemenino y glamoroso



 
Misma versión, una sola flor, pero de costado


Esta vez el cabello, muy acomodado, lleva por detalle una peineta con brillantes... que lo sujeta desde debajo y por detrás prolijamente enrollado


Glamour soft: otra forma de armar un rodete bajo, con trenzas y cintas de gasa que "surgen" de una gran hebilla-moño.


Alto en la frente, medio recogido y dos hebillas-bijou para sostener una larga cola de bucles a tono con la osadía de este little black dress.


Otro peinado recogido, esta vez con una vincha-bijou a juego con el contraste y la geometría del galón que bordea todo el abrigo.


Un loock con reminiscencias orientales. Este arreglo, por el lugar donde esta ubicado y el tamaño, es casi un tocado. Moño en tul, algodón y lurex, modelo de Karl Langerfeld para la casa Chanel.


El estilo oriental... su misterio y belleza llenan de glamour esta melena corta y peinada a la gomina, con un pequeño tocado lleno de tachas y refuerzos como la coraza de un guerrero samurai

Atadas a lo largo de dos trenzas, tiras de tela floreada circundan la frente con unos toques de color cual cerezos primaverales.

Variante romántica del mismo estilo: dos trenzas "contenidas" por las florcitas bijoux de dos hebillas-moño

Flores totalmente diferentes: pelo largo, bucles y gomina, todo contenido por esta vincha en un dorado mate con adorno asimétrico en cuero. La onda es años locos relouded siglo XXI.


Para gustos menos "peinados" o más rebeldes, hippies o bohemios: diadema extrema de piedras, flores, plumas, y flecos de cristales... ¿Demasiado?


Entonces, otra vez por Karl Langerfeld esta melena llevada hacia atrás por una peineta con brillante cascada de cristales corona un típico tailleur invernal.


Una vincha-diadema muy sutil es la actual alternativa que sintetiza en un pequeño y sencillo accesorio el tradicional velo de novia.


Para las más atrevidas: corona de piedras brillantes colocada a un lado acompañando el movimiento del peinado y el vestido vanguardista.

viernes, 14 de octubre de 2011

Combinar ropa y bijoux

La bijouterie es el accesorio por excelencia: completa la vestimenta, marca el estilo y "afina" el mensaje que deseas trasmitir a primera vista. Pero para esto... ¡hay que saber combinarla! Porque en esto, la suma de las partes nunca es igual al todo.
He aquí algunos tips que pueden ayudarte a no fallar:


1- Las telas gruesas van mejor con accesorios en relieve: perlas, piedras, cadenas gruesas, bijoux combinada con pasamanerías y todo tipo de engarces o bordados. Jerarquizan cualquier prenda que llevemos puesta, así sea simple y casual. Pero cuidado con el terciopelo: sobrecargada parecerás la hija del joyero más opulento de la ciudad.



2- El dorado es el más codiciado y el más difícil de combinar. Va con negro, marrones, naranja, tonos pasteles, blanco... Una regla que se le adapta: menos es más ¡sobre todo si no es de mucha calidad!



3- El plateado es más fácil: es clásico, distinguido y se adapta a cualquier otra bijoux. Pero "dorado con plata se matan"; para que resulte agradable, ambos deben equilibrarse.
Con negro o tonos fríos como azules, la plata añade el infalible toque chic. De día levanta muchísimo tu nivel y se potencia con el resto de tus accesorios sin riesgo a parecer una guirnalda de Navidad.


4- Para estar super elegante, es indicado llevar algo pulido y brillante, o en piedras.                       

                                        

5- La ropa de verano, liviana y breve, te da la chance de adornar la piel y de "vestirte" con bijoux sin que tu vestido desaparezca por detrás. Collares, una pulsera ancha o muchas delgadas, broches, flores, aros importantísimos sobre el cuello despejado, texturas muy eleboradas, colores alegres y llamativos en armonía o contraste con los colores del resto de la ropa completarán tu look.


6- Con una idea clara de la imagen que querés trasmitir ningún consejo superará tu intuición y creatividad.