jueves, 26 de enero de 2012

Más Otazu, porque lo bueno nunca es demasiado.

"Intento hacer algo que no esté hecho: mezclo los ingredientes, los vuelvo del revés y aspiro a dar a todo otro sabor"


Desde los trabajos especiales por encargo de las Pop Stars más deslumbrantes, joyería para desfiles de modas o los calendarios Swarovski 2011 y 2012 ( foto arriba), los variados y veloces días de Rodrigo Otazu se reparten entre la creación y los negocios . 

Cuando no trabaja, el talentoso y mundano argentino parece ser un hombre satisfecho: se sienta en su balcón a contemplar el sol o la luna, llama a su madre por teléfono… lee al Dalai Lama… "o simplemente miro el más bello espectáculo posible, que es el espectáculo de la vida. Muchas veces, esos paseos me inspiran. Porque veo formas, brillos, e inevitablemente pienso en cómo se verían en una joya. Me resulta casi imposible no trabajar."

Se inspira en la vida y el amor. En "todo lo que es bueno y original. La música, los libros de arte, los paisajes. La lista es larga no terminaría nunca. Para quien sabe mirarlo, el mundo es una fuente inagotable de inspiración y de ideas. Están allí. Sólo tenés que saber descubrirlas. Y después, no tenerle miedo a lo contradictorio. Mis joyas van con colores vivos en el invierno, y con el negro en el verano. Me divierto con lo que hago. Cuando lo que hacés te divierte y le ponés onda y te matás de risa, la gente se ríe con vos, se divierte con vos y se siente bien usando tus creaciones."
Citrinos, perlas y cadenas, en un bib que rompe con la tradición de una sola y tupida cascada.




Un "loco" brazalete asimétrico de cadenas y abalorios con apliques de strass.



 Pendientes de cristales Swarosvki, que combinan sus formas de manera innovadora.
Cuero trenzado ( algo muy argentino), oro, jade y cristales para este brazalete absolutamente posmoderno con sus audaces mezclas.  


Tocado y pendientes para Christian Lacroix 

Un "Otazu auténtico", con su mix de colores, formas y cristales tejidos en dijes combinados. 


Collar trendísimo de la línea Otazu, modelo "Absolute elegance", en su versión Fresh Mix. 

Otra foto del calendario Swarovski con prendas del creativo Otazu.

Para encontrar muchas de sus joyas en la web, podés clickear en Otazu designs 


Orgánicos y sustentables: accesorios textiles para embelesar


Orgánicos y sustentables, los accesorios ya son una clave en sus desfiles: Marcelo Senra reinventa permanentemente lo autóctono para una mujer que se identifica con las raíces más profundas del norte y centro argentino. Las texturas y tejidos manuales de sus prendas sintonizan con los originales accesorios confeccionados en fibras naturales por Riaga.


 En sus desfiles, ya son clásicos el chaguar, la alpaca, la lana, las plumas, el yute, el cáñamo teñidos con tintes naturales y confeccionados en macramé, crochet, y diversas técnicas de telar, combinados con otros materiales autóctonos.


Tela de algodón deshilachada y recompuesta en un fabuloso bib enteramente realizado a mano.


Algodón arrollado con dije deshilado en textil naranja.


Megapulsera de espoja vegetal, con abalorios de esponja y naranja desecada.


Adorable broche con una sola flor XXL, confeccionada en fibras naturales.


Un fabuloso bib tejido al crochet todo natural.



Aborigen, gaucho, hispano, marroquí... ¿El resultado de todo esto? Un pret a porter muy personal, producto sutil del mestizaje de bellos rasgos identitarios.





El Chaco en los colores y la hechura estos dos vestidos: uno como una piel o cuero que envolviera el cuerpo, el otro tejido en fibra de chaguar, con la técnica y los dibujos de las culturas del lugar. 



Marcelo Senra y dos de los vestidos presentados en el desfile del Bicentenario.


Casi como un soldado enviado por la corona española, ya mestizado, por supuesto.



El bleiser abrocha con la típica platería gauchesca de las rastras, mientras que la faja es de lana con flores fieltradas.
Abajo, bolso confeccionado con un tejido en telar oriundo del norte argentino. Los collares, con esas cuentas de alpaca insertas en tiras recuerdan la cuerda de cuero tranzada que se usa en el campo para contar el ganado. EL gorrito, casi kolla.



Elegantes y a la vez espectaculares, estos accesorios hablan por sí solos de la búsqueda de este gran diseñador argentino oriundo de la provincia de Salta.

sábado, 21 de enero de 2012

Las "chic" bijoux del sindrome tropical


¿Frutillas, strass, semillas de aguacate, cáscaras de maníes y colmillos en un mismo collar?
Parece que el retro, lo vintage, la selva y este verano tienen su punto de reunión: el estilo tropical, ahora un poco más contenido en sus excesos que cuando hizo furor, durante los restrictivos ´40s.


Lo raro es el "chic" de este estilo tropical, ya que los trópicos siempre fueron asimilados con lo espontáneo, lo salvaje, lo inadecuado y hasta lo incorregible.
Pero el "síndrome Carmen Miranda", de la mano de un Brasil cada vez más protagónico, parece impactar este mundo ahora austero y quizás "alegrar" (como en aquel entonces) a una economía abatida por la escasez.
El hecho es que si la abundancia y la lujuria tropicales antes eran kitch, ahora son chic por milagro de apenas una pequeña alteración en las consonantes.
Lo interesante es que este tropical chic muestra que el buen gusto puede ser cuestionado, es cambiante, y que el apelativo chic no es un adhesivo que sólo pega sobre las superficies limpias y pulidas.


Convengamos que el estilo es bastante fácil de lograr si te apoyas en las bijoux: collares, aros y pulseras coloridos, naturales o muy vistosos. Y en que así como las bananas nunca crecieron donde las uvas ni los limones, esas combinaciones de colores antes imposibles, de estampados antes prohibidos entre sí y de materiales jamás combinables, ahora copan las pasarelas e inspiran el deseo tanto como a los diseñadores europeos.


Comencemos por algo bastante "discretito": este Moschino. Collar de falso coral turquesa para este colorido top cuyos lunares no acompañan ¿o sí? los de la pollera. Los moños en las sandalias también son bastante rotundos y tropicalosos.

Todo el fondo del Mar Caribe en un sólo broche. Resina plástica by Angela Caputti

 

¿Alguna duda de que esta modelo de la casa Dior ha "caído" bajo el poderoso influjo tropical?

Ciertamente, tenemos que reconocer que las pasarelas europeas se menean también al compás carioca: son capaces de reacomodar ansiosamente sus fechas para asistir a las novedades de San Pablo, y tal vez tengan hasta un poco de envidia por tanta capacidad de innovación y desenfado. 


Vemos en esta modelo brasilera las megamezclas que estan dejando abiertas las bocas del mundillo del "buen gusto". Y puede que lo chic radique ahí: nada consabido y esperado distingue por su estilo y carisma. Ni siquiera el falso lujo que puso en boga la gran Cocó, que seguramente vería con simpatía los looks emergentes de un nuevo mundo que puja cada vez con más fuerza y seguridad.
Ya mismo, los elementos naturales y sus alusiones compiten sin desventajas con los consagrados must de la bijoutería europea.


Cinco grandes rebanadas de piedras semipreciosas bien pulidas para este collar "sauvage".



   Cascada de borlas en hilados naturales: una joya impensada, cuyo "brillo"
es simplemente su luminoso colorido. 


Enfilado de chaquiras en seis hilos con separadores tejidos al crochet para este amoroso collar multicolor. 


Chic, trés chic. Sin miedo a las formas ni a los tintes,
la chica más chic del post, creo yo. 

Caramelos de manzana ácida, chicles de frutilla y mora, pastillas de menta... ¿o un irreverente bib con gemas que parecen comestibles?

 

Aros de grandes y vistosas vetas trabajadas a mano con colores shocking de masilla plástica.

 

De gran efecto: un collar con el intenso verde esmeralda de las piedras de cobre oxidado, igual que el ancho brazalete, sobre el estampado del vestido



Insólito bib de flores de tela sellada con fuego y pendiente de piedras semipreciosas todo alambrado con alpaca.


Collar de plumas en vibrandes colores sobre sweter rojo, shorts floreados, zapatos con plataformas bolso de telar y cinturón oscuro... ¡Vamos! ¡No parece tan difícil! ¡Al fin y al cabo, para contagiarse del sindrome tropical solo hay que arriesgar!¿Te animas?