jueves, 22 de septiembre de 2011

Primavera enjoyada


Pétalos, estambres, nervaduras, la naturaleza vegetal con sus exóticas formas y raras iridiscencias es parte de una joyería que celebra el élam vital. El arte celebró siempre la vida natural, pero la Primavera ha sido desde muy antiguos tiempos uno de sus íconos predilectos.
La joyería produce múltiples, brillantes e imaginativas réplicas de la naturaleza, tan diversas y exquisitas como sus originales en cuanto a la sutileza de sus formas, color y detallismo.
Comencemos por las afamadas casas de moda, que  han hecho de las flores su insignia: Chanel con sus camelias, Dior con la rosa...

Barroquismo y color sin barreras en la colección en las ya clásicas rosas deDior 2011, diseño de Victoire de Castellane.

Flores e insectos conforman este exuberante anillo en oro esmaltado y circonitas, también de joyería Dior 2011

Esta camelia de Chanel super estilizada es un anillo en platino y diamantes con rubí central.

 Maravillosa orquidea de la casa Cartier

Una exquisita camelia-gargantilla de patino engarzado con diamantes y esmeraldas, de Chanel, y abajo, otra vez por Dior, un bib en los mismos materiales que reproduce un precioso ramito de muguets.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Joyas de infinito vuelo



¿Sabías que cuando usas accesorios que recuerdan a las mariposas llevas puesto un símbolo cargado de cultura?
Entre sus múltiples significados, quizás el más místico sea el de sus alas, figuras de la trasmutación de la vida terrena a la sobrenatural. También el de la fragilidad de la belleza y el paso de la infancia ( en su torpe crisálida) a una adultez en esplendorosa libertad. Estas magníficas transformaciones inspiraron el caracter griego de la alada Psyché (alma).


Seres leves que también simbolizan la magia de los bosques, las hadas son las primas cercanas de las mariposas.
Quizás por estar en relación estrecha con las mutaciones y lo sobrenatural, con la vida y con la muerte, la mariposa fue un adorno muy usado en la joyería romántica, y uno de los adornos preferidos en los lutos victorianos. La actualidad, con sus reminiscencias góticas, tiene entre ellas una gran aliada estética.

Ahora, impulsadas por la onda retro, las mariposas han vuelto a la bijou con su belleza habitual aunque no tan efímera: en piedras brillantes, delicada orfebrería o complicadas filigranas, estas criaturas de la naturaleza son un poderoso símbolo femenino de cambio y libertad.
Mis preferidas, las tres actuales joyas de arriba, muestran estilizadas, elaboradas y para nada obvias mariposas en magníficas mezclas de colores, por Van Cleef y Arpels.


Encantadora mariposa victoriana en plata filigranada con rositas esmaltadas.


Exquisito broche actual de formas geometrizadas en platino y circonitas.

Abajo, otra mariposa de bijouterie hecha a granel, enteramente confeccionada en materiales de fantasía.


Dos grandes alas de mariposas desplegadas en esta rara y bella pulsera de plata estampada.


Vincha metálica con mariposas filigranadas al láser.


Retro, retro, muy retro este broche de los años 50 en rosa y strass que podría, por su diseño ingenuo y colores, adaptarse perfectamente al verano 2011.

martes, 20 de septiembre de 2011

Había una vez... ¡pulseras con flores!

No conozco cultura para la cual las flores y las mujeres no hagan buena dupla, sobre todo cuando de ocasiones especiales y ceremonias se trata. El amor se expresa con flores, igual que la belleza, la alegría, la humildad y también la hospitalidad.
Para placer de nuestros sentidos llenamos el jardín, la casa, la mesa de flores... incluso nuestro propio cuerpo. Por todas esas ocasiones especiales que requieren de un gesto amigable, amoroso o solidario, es que fueron surgiendo las pulseras de flores, un modo de llevar ese pequeño ramo que ofreceremos o nos engalana sin entorpecernos los movimientos para todo lo demás.
Muy femeninas y muy sensuales, si la pulsera es demasiado importante, evitá la sobrecarga: usala solo con brazos desnudos o con mangas cortas.


Si la ceremonia es muy importante este accesorio se prefiere de flores naturales. Pero la costumbre ganó la moda y la moda ganó la calle y la vida cotidiana, de tal modo que los grandes diseñadores terminaron adoptandola como un complemento simbólico y romántico que suaviza los vestuarios menos coloridos y más austeros. Vemos arriba, un elegante y anchísimo brazalete de gasa bordada con perlas y strass que semeja un ramo sujetado al brazo con un moño.


Ahora una sola, sencilla, sintética, delicada y original flor que permite llevarse para el día. De lentejuelas extra large tomadas sobre una cinta negra. Como esta bijou tiene claramente un centro, evitá ponerte un collar que también tenga centro. Es preferible un "collar de perro" negro, a tono con la cinta que sostiene la camelia, y unos aros que sí hagan juego con la flor.


Este brazalete de plástico transparente se llevaría muy bien con un vestido ultraminimalista negro, gris, o nude.


Una delicadísima orquídea negra -el color se impone frente a todos los tonos de este invierno e incluso para el verano- en tela recamada con strass: diseño de Valentino.


Otra pulsera que hacer honor a Chanel: el glamour de sus camelias en cuero y cremallera.


Un brazalete con aplique central de margarita metálica, aunque no carente de poesía.