miércoles, 3 de agosto de 2011

Coppola eToppo. Parte II

Hacia el fin de la guerra, año 1946, Lyda y Bruno Coppola fundaron Coppola e Toppo Company, ubicada en Via Manzoni 24, Milan. Lyda era hermana de Bruno, el apellido Toppo lo tomó de su marido .

Lyda había comenzado armando bijouterie para Jack Fath y Elsa Schiaparelli, siguiendo sus modelos y bajo la supervisión de la mismísima Elsa. Pero una vez al frente de su negocio, fue elegida por las casas de alta costura de Molineux, Robert Piquet, Pierre Balmain, Balenciaga y Christian Dior. Luego se sumaron Pucci, Valentino y Armani.

En esta fotografía de Gian Paolo Barbieri para la revista Vogue de Italia (1975), la famosa modelo Veruschka lleva un ornamento corporal de la compañía.


A partir de 1950 Lyda comenzó a fabricar su propia línea de bijouterie junto a su hermano. Utilizaba vistosos vidrios facetados y cristales, cuentas de plástico, perlas falsas y diamantes de imitación entrelazadas o bordadas con metal dorado y plateado y reunidas en ornamentales conjuntos.

Pin y aros diseñados para Armani.
Cada pieza llevaba la marca Made in Italy, by Coppola e Toppo. Los clips metálicos de los aros llevaban una estrella calada.

En 1962 fabricaban accesorios para los vestidos de Emilio Pucci.
Los objetos producidos y diseñados por la firma abarcan desde collares, aros y pulseras, hasta cinturones y carteras en cuentas y cristales tejidos, que fueron desde lo más simple a lo más intrincado, aunque tal simpleza era producto de una elaborada síntesis y no carente de sofisticación.
Bolsito de mostacillas en vidrio, tejidas

Puede afirmarse que Lyda era la creativa del dúo, su hermano se ocupaba de la administración y del personal (una docena de colaboradores dependientes). En 1968, Lyda realizó un foulard para su propia boutique. El testimonio viene en forma directa de Lele Taborgna, que en aquel año trabajaba como cadete de Lyda para el negocio y el taller, situado en Viale Maino, Porta Venezia. “En el verano del ´68 la señora Lyda me pidió que la ayudara a llevar al negocio algunos objetos. Cargamos en el auto algunas bolsas y yo tenía una treintena de foulards. La señora Toppo me dijo que había pasado noches enteras en esta invención veraniega suya, el foulard.
Y, como último hecho, dijo que ella había pintado el primero, el que estaba encima de todos. Cuerdas, que podían recordar el mar, sobre un rojo vivo, solar. Agregó también que se había dedicado de tal modo a ese trabajo que las cuerdas las diseñó casi para suicidarse, dijo para hacerla corta, bromeando. Los treinta foulard de seda pintados a mano de 1.60 por 40 cm. fueron puestos en venta y salieron en pocos días”.

Lyda se retiró de la compañía en 1972. Su hermano la continuó hasta 1986. El libro de Deana Farnetti Cera, Fashion Jewels Coppola e Toppo destaca el diseño minucioso y el trabajo refinado de sus creaciones .

Magistral bib, de intrincada y colorida factura (1958).

Perlas con estilo

 

Vuelven la perlas en todas las versiones que puedas imaginarte. Las hay de imitación, que no son una joya, pero son tan femeninas como las auténticas, y este año, además de estar en la cresta de la ola, llegan renovadas con color y diferentes grados de brillantez o más bien de opacidad y texturas. Las más impactantes son las negras y las rosa flúo. Se usan de varios colores en un collar, mezcladas con cadena, con cintas, con dijes de cristal o camafeos... Reinas indiscutibles de la bijouterie, ya no hay restricciones de uso para ellas.
Entonces, para evitar pedir socorro a último momento y llevarlas con estilo, hablemos de perlas tradicionales, de collares que te inspirarán a la hora de comprar y elegir las que mejor combinen con lo que llevarás puesto.
Las perlas simil naturales se adaptan muy bien a distintas formas de vestir, según como las combines. No son muy llamativas ni muy sencillas y su forma suave y luminosidad quedan bien al rostro. Por eso tienen un lugar preferencial en el atuendo femenino. Y por eso son un clásico que los diseñadores de alta costura jamás olvidan. A tal punto que los collares se han estandarizado teniendo los de perlas como patrón.
Los colores de moda: nude, grises, negro y camel van muy bien con las perlas de imitación en sus "naturales" tonos: blancos, cremas, agrisadas, beiges o rosadas.

¿Qué collar elegirás?
El collar corto, de Noche, tiene unos 40 centímetros. Si es de una vuelta va con prendas de sport y hasta con un traje de noche. De varias vueltas alrededor del cuello y no más largo que hasta su base, es ideal para un vestido escotado o un strapless, acompañado con unos pendientes pequeños. Te quedará bien si tu cara no es redonda y tu cuello es alargado. Evitalo con un cuello corto o regordete.
El Princesa es un poquito más largo: mide entre 43 y 48 cm. El más apropiado para cuellos redondos no escotados.
El Matineé, mide entre 50 y 60 cm. y llega hasta la entrada del pecho. Combina con ropa sport o profesional. Las perlas no estan hechas solo para los vestidos: quedan muy bien sobre la lana o bajo las camisas siempre que mantengan la armonía.


El Ópera mide entre 71 y 76 cm. Cae hasta el pecho y va muy bien con escotes redondos altos o con escotes marcados y en V. Aquí lo vemos sobre el vestido rojo. También hay un collar corto, de una vuelta y haciendo gala del gran vestido blanco de fiesta, una gargantilla de piedras.


El más sexy es el llamado Cuerda, y puede llegar a un metro catorce centímetros. Es muy elegante y te favorecerá mucho si tu cara es redonda y tu figura no muy delgada. Es una muy buena adquisición que te permite usarlo en una vuelta larga suelta, trabado con un nudo, una vuelta pegada a la base del cuello y el resto largo, tres vueltas o cuatro unidas por un broche tipo "Twist" o una cinta en el mismo tono o haciendo contraste y un moño a la vista como un adorno adicional.

La Gargantilla ( 41 cm.) rodea y se pega al cuello. Es ideal con vestidos sin breteles, a los cuales estiliza y da glamour.
El collar de Diamantes forma con las cuentas algunas caídas en su vuelta principal.
El Collar de Perro ( 30 cm.) es una correa provista de una joya en su centro., que en este caso puede ser una perla barroca, o sea de forma irregular.


Un detalle: las vueltas en cantidad o los collares de perlas grandes no te convienen si tu figura es más bien gruesa.

Si ya tenes un collar de estos y no le das uso, intentá colocarlo con otros y que se destaque lo que quieres combinar.

martes, 2 de agosto de 2011

Prendas intervenidas con alfileres, pins... e imaginación!

 

De los tradicionales broches a la alta costura los pins y las tachas han recorrido una larga historia... que va desde la calle y la vida cotidiana hasta la alta costura y las ocasiones especiales. Prendedores de múltiples variantes y usos atestiguan que la moda es patrimonio de todas y todos y que su pulso responde al gusto y las necesidades populares tanto o igual que a los caprichos de algún diseñador. Aquí algunas fotos para que estimules tu creatividad.

 
Un abrigo de "etiqueta" versión Lanvin, gracias a un broche con pendiente que se luce muy bien ¡sobre un bolsillo!


 
Este gracioso traje de etiqueta está adornado con unos cuantos y populares pins junto a condecoraciones militares. Todo un "aviso" de democratización.


Igual estrategia para un conjunto casual, en busca del ahora en alza estilo militar.


Otro conjunto casual re-loockeado con tachas y alfileres de gancho.


Y otra vez tachas, pasadores y alfileres de gancho para formar un dibujo digno de una estrella de rock.


 
Suntuosísimo vestido estilo francés bordado sobre terciopelo negro... con ¡pins y tachas!


 
Para contribuir a las tradiciones... o alterarlas. Increíble vestido de novia (casa Chanel) intervenido con tachas y pins en plateado y en ¡negro! Super super chic.