lunes, 17 de septiembre de 2012

Pendientes tan argentinos como el dulce de leche




Adivinanza: cual es el material que abunda por aquí, es resistente, versátil, variado y hace sustentable cualquier diseño?
¿Adivinaron? Para quienes no se lo presentamos. Señoras, señoritas, señores, con ustedes... ¡el cuero! Vean esta bijoux que reutiliza con creatividad nacional el material de desecho de la industria del calzado:



 
 
Aquí, una de las combinaciones más clásicas y llamativas del diseño vernáculo:
la opacidad del cuero y el brillo plateado de la alpaca 
 
 
 

Una cascada de óvalos en negro y uva, ideal para un look urbano y diurno.
 
 
 
 
Pendientes alegres y descontracturados en tientos de tonos pasteles.
 
 
 
 
Como pequeños racimos de hojas en color crudo.
 
 
 
 
Racimos versión Clan Isime: cuero enrollado sostenido por cucuruchos de cobre.
 
 
Elegante minimalismo en estas cintas de cuero con pequeñas tachas plateadas.
 
 
 
 
 
¡Estos me gustan mucho!: casi, casi, un retro tipo Chanel.  
 

jueves, 13 de septiembre de 2012

Metáforas de la primavera




Ya se retira el invierno y Sabrina Meyns, una artista irlandesa, por su gran amor a las flores nos viene inmediatamente a la cabeza. Ella recuerda un poco a Boticelli y su celebración de la primavera. Él, en su célebre pintura homónima, reprodujo una a una cerca de dos mil especies de la flora silvestre de Italia.
Sabrina no pinta, su homenaje tiene cuerpo: a partir de fibras vegetales ella hace con sus propias manos papel y lo utiliza en flores que a veces incluyen en sus pétalos la textura y el dibujo de semillas verdaderas. Luego los monta con delicados estambres o sobre capullos de metal para darles el destino que merecen: joyas delicadas, hermosas, únicas. Cada una de ellas como un poderoso símbolo y objeto metáfora del proceso de la creación natural.

Broche
 
Anillo
 
 
 
Alfiler
 
 
Broche
 
 
Alfiler
 
 
Anillo
 
Alfiler
 
 
 
 
Broche
 
¡Gracias Sabrina, por tanta belleza!  

martes, 11 de septiembre de 2012

Joyas de una primavera oriental




La sutileza de Oriente es proverbial. Gran parte de esa sutileza tiene su punto de apoyo en el concepto de vacío. Los nudos chinos, por ejemplo, son una de sus materializaciones.
Aude Tahon realizó con esos nudos etéreas joyas de naturaleza vegetal que quitan la respiración. En ellas combina lazos y lazadas de la cultura tradicional coreana, llamados "maedup", que forman delicadísimos encajes, cuyos juegos de luz y sombra producen flores de poesía eterna y efímeras formas.
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 

 
 


Estas joyas hechas con maravillosas fibras de algodón teñido de diversos colores han sido presentadas en el 2010 en Francia en "Ultradentelle" (ultraencaje).