lunes, 16 de julio de 2012

Las joyas de una fashionista

No es Anna Dello Russo, pero casi. Daphne Guinness considera la moda como un arte: desde siempre la ha mimado, la ha coleccionado, y ahora será la curadora de Contra Mundum, una muestra donde se exhibirán los vestidos de su excéntrica amiga Isabella Blow.
Pero esta nota no  trata exactamente sobre eso, sino sobre sus joyas. ¡Sí! Y no imaginen mal: es que Daphne Guinness aparece con unas pocas joyas combinadas de múltiples formas, y eso es justamente lo que venimos predicando desde este blog. Queremos mostrar en esta fashionista requetetop su forma de cambiar sus looks y darle a sus joyas distintos usos. ¡A la carga!



Vean este interesante conjunto dúos de broches y estos pendientes... 
Aquí aportan luz y sobre todo rompen la austeridad del bleiser negro y la lisura del escote.




Aquí, en cambio, sirven para destacar la asimetría del escote
y llevar el pañuelo en el cuello al nivel de un actualísim collar de perro francés. Los aros, por supuesto, ya no son pendientes ( serían imposibles con ese cuello)




Aquí: los peines en la cabeza simulan un tocado kanzashi, y los broches acompañan una campera ti coraza a la manera... ¿samurai?




Los broches adquieren aquí un sentido completamente diferente: sostienen los pliegues de un echarpe graciosamente enrollado y sostenido hacia el rostro por tres vueltas de perlas. los aros siguen pegados a las orejas, por supuesto.

En este caso, uno de esos broches adorno los dos icónicos mechones negros del peinado de Daphne.



  Aquí los broches de nuevo, cerrando la transparencia de un cuello alto.  




La irreverencia de un mega-riviere de dos vueltas
acompaña la irreverencia de este pequeñísimo tailleur.


Anchos anillos, pulseras y broche de cristal para otro de sus clásicos vestidos negros.



El broche parece de los preferidos por Daphne, con aros pegados sobre este sacón
negro y plateado queda super, super bien.


Despues de ver estas fotos ¿no creen, como nosotras, que Daphne es una fashionista de primera línea, capaz de exprimir al máximo unos poquitos elementos?

viernes, 13 de julio de 2012

Para contribuir a una tendencia "punk- latina"


Las calaveras de los punks se han vuelto tendencia y sobreabundan en la bijoutería y en la joyeríía actuales.
Pero en América, una ancestral tradición dota a las calaveras de una estética muy particular, herencia de las culturas precolombinas.
Mictecacihuatl, en náhuatl "Señora de la muerte", es conocida como la "Dama de la Muerte" ya que murió al nacer.  Vigilaba los huesos de los muertos y presidía las ceremonias aztecas en honor de los muertos.


Mictlantecuhtli, también llamado Popocatzin, del "popo" humo, era el dios de las sombras. Con su esposa Mictecacíhuatl, regía el mundo subterráneo o reino de Mictlán y ejercía su soberanía sobre las almas de los muertos. Se le representa como un esqueleto humano con una calavera con muchos dientes. Asociado con las arañas, los murciélagos y los búhos, al ser dibujado se representaba con cabello negro y con ojos estelares o estrellas.
Las calaveras de azúcar son la golosina icónica de la festividad de San La Muerte

Con la imposición del cristianismo, estos dioses evolucionaron hasta el Día de Muertos contemporáneo. De ellos deriva la imagen de La Catrina, señora de la muerte en México.
Creemos que es una calavera alegre y tropicosa, ideal para contribuir a una tendencia "punk-latina".



Un graffity callejero, que reproduce con la estética popular de San La Muerte personajes de cómics.

lunes, 9 de julio de 2012

La preciosa Babilonia de Iradj Moini


Desde 1989 Oscar de la Renta acompaña sus creaciones con sus joyas. El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York realizó una exposición de ellas en el 2006. Pueden verse también en la Tate Gallery de Londres y, por si faltaba algo que lo consagrara, tres de sus piezas forman parte de la colección permanente del Louvre.
Sí, tenemos el gusto de presentarles (bueno, ya se habrán dado cuenta de que este diseñador es archiconocido) al iraní Iradj Moini.
Aunque tiene formación en arquitectura, el brillo reluciente de los cristales y la transparencia de las piedras son parte de su pasión, expresada con estilizaciones de la naturaleza, flores e insectos trasmutados de luz, libertad e imaginación.



Dos ojos abiertos forman estos aros con peridots, amatistas, citrinos y ónix negro.

Sus diseños, enteramente confeccionados a mano y de los cuales no hay uno igual a otro, redefinen los límites de los estereotipos en joyería, tanto por sus formas, tan libres y orgánicas que a veces se dislocan, como por su color, cuyas combinaciones realiza sin inhibición.


De Iradj podría decirse que es un maestro del volúmen y la línea: esta puede seguirse en los alambres que sostienen con absoluta gracia y desparpajo los engarces con sus brillos, así como en las tiras de brillantes que retienen las grandes piedras de sus megacollares, sus tupidas pulseras, sus enormes anillos y broches.










Como en los míticos jardines colgantes de la antigua Babilonia, cada componente y necesidad técnica de sus joyas concurre a trasmutar sus figuras maximalistas y cascadas de piedras en insectos y flores de fantasía, una profusión de tesoros naturales llenos de magia y suntuosa voluptuosidad.
El pequeño monito tallado de este collar parece un rey entre  los ónices negros,
las labradoritas, los cuarzos y el peridot.
Dos grandes flores toman el protagonismo en este collar 

Turquesas y malaquita




Irregular caída de transparencias en aguamarinas, amatistas y citrinos.


Cadenas, aguamarinas, amatistas, perla de agua dulce y peridots.

Amatistas, citrinos y rodolitas.


Como una cascada de agua: ónix negro, turquesas citrinos y fluoritas.


Dos fantásticos insectos pelean por un cuarzo gigante del que pende un citrino.

Verdaderos objetos de deseo, los diseños de Iradj Moini superan con creces las tendencias y las modas, porque remiten al paraíso terrenal: causa suficiente para estar entre las bellas artes.