jueves, 19 de abril de 2012

Dulces collares con... lazo!

Ya no se trata de un simple moñito: una cinta serpentea e imprime formas orgánicas para atemperar la densidad de la piedra. O suaviza la rígida geometría del cristal. O aligera la aristocracia de las perlas.
Terciopelo, organza, raso, seda, gros o cuero aportan acariciantes texturas y ese contraste necesario de lo que en vez de brillar, absorbe la luz.
Hace pocos años la Casa Lanvin inició esta tendencia, que aligeró unos pesados y coloridos collares bib; como verás a continuación, la tendencia logró imponerse y hacerse moda.


El famoso bib rosado de Lanvin, con ese toque moderno y decontracté de la popular cinta.



   Casi un accesorio de robot, si no fuera por esa delicada cinta que sostiene los metálicos y fríos abalorios con intangible firmeza.

Asimétrico, imprevisible e irreverente collar de perlas y seda. También de Lanvin.



El riesgo de este collar es la cinta que colorea y unifica de un modo diferente cadenas doradas y strass plateado.



Un exquisito modelo donde la organza forma la cuerda que sostiene un gran dije central de cristales tejidos, por Valentino.


Aquí, las formas orgánicas de la naturaleza se sostienen en la delantera con un moño-bijoux, mientras en la parte posterior otro de seda le hace juego. De Sonia Ryquiel.
  



La pareja india Sachin + Babi diseñaron este collar cuyo lazo se prolonga para enhebrar gruesas cadenas doradas. A modo de síntesis, el ramillete asimétrico tiene elementos textiles, metal y perlas.  


Strass, cordón de pasamanería, y lazos rosados
dispersos juguetonamente en la pechera de este innovador bib.



Otro collar de strass y múltiples lacitos.
  


 Para las más audaces, que siempre marcan tendencia, este Lanvin de unas pocas perlas gigantes 
cuyo lazo es más que  desestructurado.




lunes, 16 de abril de 2012

Mega peinetones rioplatenses versión Pablo Ramirez.


Aquí no se usó sombrero: las damas usaban sus cabellos recogidos con hermosas cintas, flores, pinches... y compitieron en cuanto al ancho de las peinetas que sostenían sus mantillas, jubones y rebozos: cómo se cubrieran la cabeza era cuestión de clase social.


Antiguo peinetón de carey



Según las crónicas virreinales llegaron a medir hasta 1.20 m. de ancho, y los chistes del momento lo muestran desmedido. Lo cierto es que hubo una tendencia que distinguió entre las peinetas latinoamericanas, los mega peinetones rioplatenses

Casi vintage: cuatro formas de llevar peinetón y rebozo.

Habían llegado a América con los españoles, pero hacia 1823 se establecen en Buenos Aires cuatro fabricantes. El más hábil de ellos, y de lejos el mejor comerciante fué Manuel Masculino, autor de  peinetas que me arriesgaría a afirmar las "más anchas del mundo".
Labradas en una sola pieza de caparazón de tortuga, o sobre ostras gigantes o en falso carey o plata, y con incrustaciones de piedras semipreciosas o nácar, los prestigiosos peinetones llegaron al máximo de su esplendor durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, alrededor de 1830 y por cuarenta años más.


Pintura que muestra cómo se componía un estético tocado con peinetón y mantilla.

El color insignia de su gobierno, el rojo, se llevó al lado en forma de moño o flores, como se ve aquí.
Los peinetones llevaron incluso consignas políticas a favor o el retrato del gobernador, de manera que cuando éste cayó, se hicieron demodée y rápidamente pasaron " a retiro".


Esa es la historia. Hasta que al cierre del último Bafweek 2012, vino el esperado desfile del argentino Pablo Ramirez, un diseñador que logró transformar la identidad de Buenos Aires en tendencia y moda urbana mediante el reconocimiento de nuestras influencias y costumbres. Su inspiración esta en el gaucho, el tango, el Buenos Aires colonial y las corrientes migratorias que poblaron estas tierras durante el siglo pasado.


Sorprendió esta vez con influencias flamencas, gallegas y de las corridas de toros, y por supuesto, el peinetón, que fue tendencia en la Buenos Aires colonial, volvió con gloria a la pasarela.


Porque convengamos que estas modelos estan super glamorosas con peinetón, mantilla y guantes de cuero. 

domingo, 15 de abril de 2012

Sensual y extravagante


Investigando arreglos para el pelo pueden encontrarse montones de inventos.
Hoy mismo, hay diseñadores que echan sobre las cabezas de sus modelos increíbles volúmenes y objetos con creatividad inexcusable. Pero de esta fotografía, hecha en 1922 y cuyo autor desconozco ¿qué más que elogios puede decirse?  
En realidad no sé cual se ve aquí más sensual y extravagante: si ella, Dolores del Río, esta hermosísima actriz mexicana que filmó en Hollywood treinta y pico de películas y murió en los ochenta... o su tocado seudojaponés, que se luce como una verdadera obra de arte gracias a su belleza.