martes, 17 de mayo de 2011

EJERCICIOS PARA ADQUIRIR ESTILO


1- Mirate al espejo. Estudia tus puntos fuertes y débiles. Los fuertes son los que hay que resaltar, porque así los débiles pasan a segundo plano. Todo en tu vida debe ser así. ¿De qué sirve llorar por lo que nunca se tendrá cuando tenemos cosas que otras desean? Exprimilas más.

2- Por más que te esfuerces, no imites a la perfección lo que admirás. Que nadie diga "esta se cree Madonna". Por ese camino dejarás de tener estilo y pasarás a ser copia.

3- Reconocé la tendencia que te atrae. Tu forma de vida y de pensar son... urbana, tecnosa, punk, hippie, o una combinación inédita que se preste a explicarte como "gaucho-pop", "japo-tonic" o lo que sea. Encuentra en materia de estilo tu propia definición. Porque eso... ¡justamente! es tener estilo.

La sensual Audrey Hepburn, con su aspecto de niña terrible, enfundada en un sencillo vestidito negro, su cuello siempre subrayado, el peinado recogido y esa pintura de ojos es todo un ícono que hoy se reproduce en montones de cuadros y afiches...¿o no?
4-No seas esclava de la moda. El estilo nace junto con tu versatilidad: a todas les queda bien el pañuelo al cuello, pero vos lo usas como cinturón y... ¡qué onda!

5-Adoptá una actitud positiva respecto de lo que te gusta, seguí tu instinto, consideralo valioso y sé fiel a vos misma. Eso va sedimentando y se transformará en tu estilo.

6-Ahora intentá "adquirir" algo más de tu estilo. Arreglate de acuerdo a lo que sientas luego de estos ejercicios y salí a la calle convencida que estas 120% perfecta. Hacé este ejercicio las veces que sea necesario: como te sientas...¡así te verán! Y si no lo has logrado del todo, por lo menos arañarás con tranquilidad un 90% de lo que pretendías.

7-Recordá estos ejercicios cada vez que veas a alguien o te mires al espejo

viernes, 13 de mayo de 2011

Ecléctica joyería textil contemporánea.


¿Corona, tocado...o tiara? ¿Collar?
Con materiales perecederos, sin metalurgia ni orfebrería... ¿puede hablarse de joyería?
Sobre esto hay discusiones interminables: "es demasiado audaz"... "impertinente"... "subversiva"...
De lo que no hay duda es que muchas de sus piezas son joyas del arte textil.

Múltiples técnicas logran este impactante y a la vez delicado bib textil con teatral contraste, que apoya varias vueltas de cuentas oscuras sostenidas por una flor tejida sobre un gran babero de sutil muselina bordada a juego.

¿Nunca penaste por tener que descartar un bello trozo de puntilla, ese hilo de seda y tono increíbles, la cinta que no había en qué usar pero era de aquel vestido que la abuela quería tanto?

Una pulsera, muñequera o mitón contemporáneo, digno de la Madonna más actual, reúne bordados en hilos y perlas sobre tul, formando un intrincado dibujo floral.
La joyería textil contemporánea genera hermosura y ambivalencias, quizás porque crece entre fronteras que se esfuman. No viene de la mano de la opulencia ni del prestigio, sino del reciclaje. No viene del bolsillo abultado sino de la habilidad manual. Esta a disposición de todas las personas, mucho más de lo que se piensa. Quizás por todo eso se afianza en el mercado de la moda y de las artes decorativas cada vez más.



Romántica gargantilla que recicla técnicas y materiales mixtos.

Audaz collar "cuerda" que combina cordón de seda, cadenas, borlas, mostacillas y distintas fornituras de bijouterie.



Otra "cuerda" de exquisita sofisticación. Y abajo, cadenas que no encadenan, porque no son de metal:

En joyería textil hay tres tendencias notorias: lanas, hilos, encajes hechos a mano, exquisitos bordados, retazos de telar ricamente trabajado se reciclan y cobran nueva vida como piezas de joyería artística, como piezas vintage o como valiosas piezas contemporáneas de ecología urbana.

Abalorios de plástico, cintas de organza y de terciopelo para este vistoso y colorido collar.

La joyería textil esta inevitablemente ligada al arte ya que las culturas, a través de generaciones y generaciones, plasman en esta joyería su enorme capital de símbolos, tradiciones y tecnologías. Técnicas de teñido, costura, bordado, telar, trenzado, diversos plegados, nudos y tejidos, técnicas de bijouterie, sombrerería y florería textil… son las artes y oficios al servicio de la joyería textil actual, que compite en galerías y museos de arte contemporáneo sin nada que envidiar a la orfebrería canónica.

Un collar de cinta y abalorios que no teme al "qué dirán".

Es que en la elaboración textil de cada pieza, diversos materiales vegetales o animales son deconstruidos y reprocesados completamente a mano para transformarse en piezas o accesorios de vestir más rústicos o sutiles.
Gargantilla gigante en cinta tejida con perlas acordes al tamaño de la bijou.

Texturas suaves y muy trabajadas, color extremo y poco peso son las propiedades que hacen distinta a la joyería textil, porque permiten elaborar cómodos accesorios cuyos volúmenes y formas serían impensados en otros materiales, como por ejemplo, puede verse en esta globulosa gargantilla azul y blanca:



Originales y llivianas tiara, bib y pechera a juego.


En general, las piezas de joyería textil contemporánea son ecológicas y bastante eclécticas. Sus estilos van desde lo rústico hasta lo romántico y rococó, pasando por el contemporáneo más minimalista.

Interesante broche realizado en tela empleando perlitas con la técnica "nido de abeja" y teñido a mano.


Paradojal y subversiva "cadena" textil: fragilidad en sus eslabones y fortaleza metáliza en su adorno de tachas.


En Argentina, hay una joyería textil autóctona y ancestral que fundó una tradición continuada hasta hoy. Son tejidos en una fibra que se suele combinar con otras fibras vegetales, pieles, cuero, alpaca o semillas de la misma planta de donde se extrae: el chaguar. En estas piezas de alto valor simbólico y artesanal se combinan tintorería, tejido, telar, cestería y platería precolombinas.


Semillas de chaguar tejidas con la fibra de lamisma planta, es esta red que forma un "bib" rústico.

Perlas con estilo

Vuelven la perlas en todas las versiones que puedas imaginarte. Las hay de imitación, que no son una joya, pero son tan femeninas como las auténticas, y este año, además de estar en la cresta de la ola, llegan renovadas con color y diferentes grados de brillantez  o más bien de opacidad y texturas. Las más impactantes son las negras y las rosa flúo. Se usan de varios colores en un collar, mezcladas con cadena, con cintas, con dijes de cristal o camafeos...  Reinas indiscutibles de la bijouterie, ya no hay restricciones de uso para ellas.

Entonces, para evitar pedir socorro a último momento y llevarlas con estilo, hablemos de perlas tradicionales, de collares que te inspirarán a la hora de comprar y elegir las que mejor combinen con lo que llevarás puesto.    
Las perlas simil naturales se adaptan muy bien a distintas formas de vestir, según como las combines. No son muy llamativas ni muy sencillas y su forma suave y luminosidad quedan bien al rostro.  Por eso tienen un lugar preferencial en el atuendo femenino. Y por eso son un clásico que los diseñadores de alta costura jamás olvidan. A tal punto que los collares se han estandarizado teniendo los de perlas como patrón.


Los colores de moda: nude, grises, negro y camel van muy bien con las perlas de imitación en sus "naturales" tonos: blancos, cremas, agrisadas, beiges o rosadas.

¿Qué collar elegirás?
El collar corto, de Noche, tiene unos 40 centímetros. Si es de una vuelta va con prendas de sport y hasta con un traje de noche. De varias vueltas alrededor del cuello y no más largo que hasta su base, es ideal para un vestido  escotado o un strapless, acompañado con unos pendientes pequeños. Te quedará bien si tu cara no es redonda y tu cuello es alargado. Evitalo con un cuello corto o regordete.
El Princesa es un poquito más largo:  mide entre 43 y 48 cm. El más apropiado para cuellos redondos no escotados.
El Matineé, mide entre 50 y 60 cm. y llega hasta la entrada del pecho. Combina con ropa sport o profesional.  Las perlas no estan hechas solo para los vestidos: quedan muy bien sobre la lana o bajo las camisas siempre que mantengan la armonía.


El Ópera mide entre 71 y 76 cm. Cae hasta el pecho y va muy bien con escotes redondos altos o con escotes marcados y en V.  Aquí lo vemos sobre el vestido rojo. También hay un collar corto, de una vuelta y haciendo gala del gran vestido blanco de fiesta, una gargantilla de piedras.



El más sexy es el llamado Cuerda, y puede llegar a un metro. Es muy elegante y te favorecerá mucho si tu cara es redonda y tu figura no muy delgada. Es una muy buena adquisición que te permite usarlo en una vuelta larga suelta, trabado con un nudo, una vuelta pegada a la base del cuello y el resto largo, tres vueltas o cuatro unidas por un broche tipo "Twist" o una cinta en el mismo tono o haciendo contraste y un moño a la vista como un adorno adicional.
La Gargantilla rodea y se pega al cuello. Es ideal con vestidos sin breteles, a los cuales estiliza y da glamour.                                   

El collar de Diamantes forma con las cuentas algunas caídas en su vuelta principal.
El Collar de Perro es una correa provista de una joya en su centro., que en este caso puede ser una perla barroca, o sea de forma irregular.




Un detalle: las vueltas en cantidad o los collares de perlas grandes no te convienen si tu figura es más bien gruesa.
Si ya tenes un collar de estos y no le das uso, intentá colocarlo  con otros y que se destaque lo que quieres combinar.