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jueves, 5 de julio de 2012

Un collar que capture los soles de invierno



Aunque haga frío, antes de ponerte el sacón no olvides tus bijoux. 
La joyería no está reñida con las bajas temperaturas, sino todo lo contrario: estar envuelta en metros de tela es un motivo fuerte para resplandecer con la luz, textura y color de las bijoux.
Un buen collar colocado a tiempo puede unificar las piezas de un audaz equipo, darle alto vuelo al equipo más simple y transformar la sencillez de tus prendas casuales en un estudiado outfit.
¡Combiná tus bijoux sin restricción!

 

Este collar "reúne" los colores contrastantes como una exótica e interesante combinación



Un collar-babero verde esmeralda con camafeo central corta el negro del vestido y engama con los cuadros color petróleo.


Audacia sobre el cuello del tailleur en estridente espigado: asoma un frondoso collar de varias vueltas y colores, con ostentosas flores escarchadas. 



 Otoñales colores, dibujos y alegre collar con hojitas en los tonos del chaleco estilo inglés.



No olvides que un collar sobre tu sweter ilumina tus básicos con nuevo glamour. 


Un interesante pendiente puede ser la clave de tu sofisticación.




Estampados geométricos dejan de ser casuales con accesorios que dan glamour.

  

Tu trench se destaca con un buen collar que haga contraste.




Dos vueltas de turquesas cierran este chanelísimo tailleur de Oscar de la Renta.




jueves, 21 de junio de 2012

Toda la tentación en un collar


¿Querés ser la diosa de la fiesta? ¿La más terrible femme fatal?
Este es un truco infalible: distraídamente... o con absoluta premeditación, un collar que se desliza por la espalda es una de las armas de mayor seducción con la que podés contar. Porque es inesperada, sugestiva, femenina ¡y sirve para "cazar" admiradores también desde la retaguardia! Los diseñadores más arriesgados lo han aprobado. Vos también podés dejarte tentar!



Este diseño de joyería Stern se adapta perfectamernte para espaldas menos descubiertas



 Hacia un profundísimo escote en V cae este precioso pendiente de Chopard


Estas vueltas compuestas por Tiffany acompañan la forma drapeada del escote.

Y si te quedaban dudas... ¿alguien podría resistir este fabuloso diseño en strass de Ralph Laurent?
¡no precisamente yo! 

miércoles, 6 de junio de 2012

Genio y figura, Frida enjoyada


Acostumbraba llevar las manos cargadas de anillos. Jamás olvidaba sus pendientes.
Para esta mujer de alto perfil  las joyas fueron tan fundamentales como el tocado y sus vestidos de oaxaqueña.


Frida Kalho era nieta de un joyero alemán y usó adornos europeos y autóctonos con la misma pasión y cuidado: sus cadenas, sus medallones, sus rústicos collares precolombinos en piedras semipreciosas, hueso o lava, así como las perlas, sus tocados con ristras de lustrosas cuentas...


Este era uno de los collares preferidos de Frida, de jade verde y origen precolombino. Además de su raro tocado simétrico, suma aros, anillo y reloj.


Un collar de similar factura y en piedras rosa, actualmente propiedad de una coleccionista.



Collar y aros de factura precolombina



collar de trozos de nácar



Un larguísimo collar de mostacillas tejidas como flores



En otro estilo: unas cuantas vueltas de cadenas al cuello con un pendiente que apunta hacia el centro del pecho y grandes argollas en las orejas que enmarcan su rostro descubierto: Frida componía su atuendo como a un cuadro. 


Otro ejemplo de las composiciones de Frida es esta fotografía tan conocida... ¡Pero vean la gracia con que acomodaba el medallón de esta gruesa cadena! Vista de frente, con ella remarca la simetría de los bordados de su blusa y de la caída del rebozo, así como de su peinado partido al medio.
Y ahora abajo, unas maravillosas fotos del alemán Fritz Henle, quien la retratara en muchísimas oportunidades de su vida cotidiana.


Frida durante un paseo en Xochimilco (miren esos pendientes con animalitos!)


pulseras, pendientes y ... ¡cervatillo!


...otros de los muchos pendientes de Frida...



¡y estos! dos manitos pequeñas esculturas que le regaló Pablo Picasso, hechas por él y que eran de los preferidos por Frida.

jueves, 19 de abril de 2012

Dulces collares con... lazo!

Ya no se trata de un simple moñito: una cinta serpentea e imprime formas orgánicas para atemperar la densidad de la piedra. O suaviza la rígida geometría del cristal. O aligera la aristocracia de las perlas.
Terciopelo, organza, raso, seda, gros o cuero aportan acariciantes texturas y ese contraste necesario de lo que en vez de brillar, absorbe la luz.
Hace pocos años la Casa Lanvin inició esta tendencia, que aligeró unos pesados y coloridos collares bib; como verás a continuación, la tendencia logró imponerse y hacerse moda.


El famoso bib rosado de Lanvin, con ese toque moderno y decontracté de la popular cinta.



   Casi un accesorio de robot, si no fuera por esa delicada cinta que sostiene los metálicos y fríos abalorios con intangible firmeza.

Asimétrico, imprevisible e irreverente collar de perlas y seda. También de Lanvin.



El riesgo de este collar es la cinta que colorea y unifica de un modo diferente cadenas doradas y strass plateado.



Un exquisito modelo donde la organza forma la cuerda que sostiene un gran dije central de cristales tejidos, por Valentino.


Aquí, las formas orgánicas de la naturaleza se sostienen en la delantera con un moño-bijoux, mientras en la parte posterior otro de seda le hace juego. De Sonia Ryquiel.
  



La pareja india Sachin + Babi diseñaron este collar cuyo lazo se prolonga para enhebrar gruesas cadenas doradas. A modo de síntesis, el ramillete asimétrico tiene elementos textiles, metal y perlas.  


Strass, cordón de pasamanería, y lazos rosados
dispersos juguetonamente en la pechera de este innovador bib.



Otro collar de strass y múltiples lacitos.
  


 Para las más audaces, que siempre marcan tendencia, este Lanvin de unas pocas perlas gigantes 
cuyo lazo es más que  desestructurado.




viernes, 30 de marzo de 2012

miércoles, 28 de marzo de 2012

Un collar espectacular

Isabella  Rosselini vestida con un lienzo carmesí que le cubre las piernas y este magnífico collar sobre su torso en "La muerte le sienta bien" (Death Becomes Her)


siete hileras de diversas piedras semipreciosas, oro y perlas en distintas formas, colores y tamaños perfectamente combinados (algo bastante difícil de lograr)

viernes, 16 de marzo de 2012

Y la elegancia está en el cuello


Estaba previsto un post sobre aros pegados, pero en el transcurso descubrí que todo es cuestión de proporciones: tu imagen también. Y allí está como sin importancia, desmerecida, esa pequeña porción de nuestro cuerpo a la que no damos la atención que debiéramos y que ahora con los primeros fríos cubriremos sin esmero: nuestro cuello. ¿Es que casi no se vé? Sí, sí, sí.
Ese casi es lo único cierto de la frase. Casi no se vé si esta todo en escala. ¡Pero qué aire, qué levedad y orgullo le da a tu expresión, cómo suspende tu cabeza por sobre las otras dando a tu andar una plasticidad impensada, cómo llama la atención tu porte aligerado de gacela africana deslizándose entre la multitud!
¡No exagero! Mirá, por ejemplo, fotografías de Audrey Hepburn, o de María Callas, o algunas que te voy a ir mostrando aquí, donde los aretes, collares, aderezos compensan hábilmente cuellos de distintos formatos.


Un cuello normal no es muy ancho ni muy delgado, ni muy largo, ni hace aparecer a tu cabeza conectada directamente con tu pecho. Llevá el escote, los aros, la pashimina o el collar que quieras, pero no subestimes ese casi que no se ve!. En la foto ves cómo los pendientes a la vista junto con el cabello largo y llevado hacia atrás alargan el rostro, a la vez que el escote enmarca sin "ahorcar".


Un caso similar, donde el color del collar y del broche, recuerda el de los ojos destacándolo y "alargando" el rostro hasta la base del cuello.


A ver, aver ¿Qué tenemos por aquí? Una irreprochable novia de cuello ancho. Pero su escote "palabra de honor", su peinado alto y sus largos pendientes, componen hábilmente una nueva proporción mucho más estilizada.


Con el "cuello de tortuga" de este sweter, la modelo no se vería tan grácil de no haber recogido sus cabellos y "pegado" los aros a sus orejas. Pero así esta estupenda. Los labios bien visibles ayudan mucho a despegar el mentón del cuello y dar mayor independencia a la cabeza.


Aunque la modelo tiene un largo cuello, éste es un buen truco para los cuellos cortos o anchos, sobre todo en invierno, cuando la ropa se sube hacia la cabeza. El collar está por debajo del moño que forma el cuello de la blusa, de modo que alarga visualmente el espacio entre la cabeza y el tórax, a la vez que ilumina el rostro. Esa "iluminación", de la que tanto oímos hablar, es necesaria para dar levedad a la cabeza. Completan pequeños aros tipo clip y cabello llevado hacia arriba. ¿Imaginás un arreglo así con el cabello suelto? La zona del cuello estaría congestionada y sin espacio para que se destaque nada.

Cabello corto y llamativos pendientes de brillantes. Unos aros pegados huebieran alejado demasiado la cabeza del cuerpo.


Los aros gigantes amarillos dan a este delgado rostro una anchura que "adelgaza" el cuello, aunque también salva su aceptable largo.

Cuello largo y delgado, cortado y alargado por el outfit con gargantilla y los breteles negros que forman un vértice hacia abajo. ¡Maestra!



¿Un cuello muy ancho para esta cara? No sé. Los largos pendientes rojos, que apuntan al broche, adelgazan notablemente este cuello y hacen que los hombros se "acerquen" entre sí.

  

Una melenita que "libera" la zona es un gran recurso para esos momentos donde  hay que abrigarse y el clima hace necesario no exponer tanto el cuello.



 Una pashmina flojamente arrollada, contiene cuello y cabeza, estilizándolos. ¡Y otra vez el cabello recogido!


¿hace frío y te pusiste todo? ¡No importa! Un extremo del echarpe apuntando hacia abajo resuelve bastante, y sino no alcanzara porque mucho no se ve, quedan esas dos trencitas que socorren con dos verticales.


Era un cuello largo. Si lo cubrimos de este modo, varias horizontales lo acortan. Las puntas del cuello del saco compensan y "alargan".



¿Tu cuello está bien proporcionado y lo permite todo? Mostralo mucho pero no sobrecargues. Según se ve, no queda tan bien. Porque en tu imagen, como en la vida o en el amor, ¡todo es cuestión de medida!