miércoles, 18 de mayo de 2011

De inspiración victoriana... las gargantillas.


Si no son sensuales, las menos dotadas son por lo menos románticas. Tan cerca de las orejas, o allí debajo del mentón, apuntando al hueco entre las clavículas, marcando los hombros y haciendo eco al brillo de los ojos. Y al bajar la cabeza señalando la nuca... jamás dejan de insinuar la infalible zona donde un beso sucumbe a la anatomía. Así es que las gargantillas son un bello y luminoso marco para el rostro pero también una poderosa arma de seducción.


Colorida "cinta" tejida de cristales. Se sostiene con un moño transparente que cae sobre la espalda.

Las damas victorianas utilizaron gargantillas pues les estaba vedado mostrar sus atributos naturales, de modo que sus cuellos y todo lo que allí llevaran cobraron una importancia relevante. Fueron clásicos los dijes o camafeos colgados de una cinta. En ese momento un nuevo engarce que dejaba ver los lados de las piedras preciosas revolucionó la joyería: dejaron de fabricarse las elaboradas filigranas que eran el gran adorno de estas piezas que comenzaron a alivianarse con sus engarces "araña", de seis patitas..


Moderna gargantilla que reinterpreta la tradición eslabonando camafeo tras camefeo. La versión es totalmente subversiva, ya que para estos dijes donde dominaban la claridad y los colores pasteles, aquí predomina el negro.

Las gargantillas de hoy se parecen en mucho a las de antaño: interviene en ellas, junto a las técnicas de joyería y de bijouterie, una importante factura textil (bordado, tejido, costura).


Sucesión de flores de gasa y brillante pedrerío en esta gargantilla para Valentino.

Muchas veces el tiento del que se sostiene el detalle central suele cobrar el valor de una pequeña obra de arte y muchas veces, la gargantilla llega a ser apenas una hermosísima cinta atada al cuello.



Aquí, una cinta de encaje francés con cristales color rubí que acentúan el caracter sensual de esta bijou.

Otras gargantillas actuales combinan sus características de textil y bijou de tal modo que envuelven el cuello hasta transformarse casi en otra prenda de vestir.


¿Gargantilla o cuello? Victoriano hasta la médula, sutil envoltorio de plumas blancas "sujetado" con una cuerda de pasamanería tejida en torno a una tira de tela a juego con el vestido.

 

Esta gargantilla entre romántica y ultramoderna está confeccionada con una tira de cuero blanco e importante fornitura de strass.

 

Lanvin y Chocker dieron a esta gargantilla de strass alto contraste con aires decó.

martes, 17 de mayo de 2011

EJERCICIOS PARA ADQUIRIR ESTILO


1- Mirate al espejo. Estudia tus puntos fuertes y débiles. Los fuertes son los que hay que resaltar, porque así los débiles pasan a segundo plano. Todo en tu vida debe ser así. ¿De qué sirve llorar por lo que nunca se tendrá cuando tenemos cosas que otras desean? Exprimilas más.

2- Por más que te esfuerces, no imites a la perfección lo que admirás. Que nadie diga "esta se cree Madonna". Por ese camino dejarás de tener estilo y pasarás a ser copia.

3- Reconocé la tendencia que te atrae. Tu forma de vida y de pensar son... urbana, tecnosa, punk, hippie, o una combinación inédita que se preste a explicarte como "gaucho-pop", "japo-tonic" o lo que sea. Encuentra en materia de estilo tu propia definición. Porque eso... ¡justamente! es tener estilo.

La sensual Audrey Hepburn, con su aspecto de niña terrible, enfundada en un sencillo vestidito negro, su cuello siempre subrayado, el peinado recogido y esa pintura de ojos es todo un ícono que hoy se reproduce en montones de cuadros y afiches...¿o no?
4-No seas esclava de la moda. El estilo nace junto con tu versatilidad: a todas les queda bien el pañuelo al cuello, pero vos lo usas como cinturón y... ¡qué onda!

5-Adoptá una actitud positiva respecto de lo que te gusta, seguí tu instinto, consideralo valioso y sé fiel a vos misma. Eso va sedimentando y se transformará en tu estilo.

6-Ahora intentá "adquirir" algo más de tu estilo. Arreglate de acuerdo a lo que sientas luego de estos ejercicios y salí a la calle convencida que estas 120% perfecta. Hacé este ejercicio las veces que sea necesario: como te sientas...¡así te verán! Y si no lo has logrado del todo, por lo menos arañarás con tranquilidad un 90% de lo que pretendías.

7-Recordá estos ejercicios cada vez que veas a alguien o te mires al espejo

viernes, 13 de mayo de 2011

Ecléctica joyería textil contemporánea.


¿Corona, tocado...o tiara? ¿Collar?
Con materiales perecederos, sin metalurgia ni orfebrería... ¿puede hablarse de joyería?
Sobre esto hay discusiones interminables: "es demasiado audaz"... "impertinente"... "subversiva"...
De lo que no hay duda es que muchas de sus piezas son joyas del arte textil.

Múltiples técnicas logran este impactante y a la vez delicado bib textil con teatral contraste, que apoya varias vueltas de cuentas oscuras sostenidas por una flor tejida sobre un gran babero de sutil muselina bordada a juego.

¿Nunca penaste por tener que descartar un bello trozo de puntilla, ese hilo de seda y tono increíbles, la cinta que no había en qué usar pero era de aquel vestido que la abuela quería tanto?

Una pulsera, muñequera o mitón contemporáneo, digno de la Madonna más actual, reúne bordados en hilos y perlas sobre tul, formando un intrincado dibujo floral.
La joyería textil contemporánea genera hermosura y ambivalencias, quizás porque crece entre fronteras que se esfuman. No viene de la mano de la opulencia ni del prestigio, sino del reciclaje. No viene del bolsillo abultado sino de la habilidad manual. Esta a disposición de todas las personas, mucho más de lo que se piensa. Quizás por todo eso se afianza en el mercado de la moda y de las artes decorativas cada vez más.



Romántica gargantilla que recicla técnicas y materiales mixtos.

Audaz collar "cuerda" que combina cordón de seda, cadenas, borlas, mostacillas y distintas fornituras de bijouterie.



Otra "cuerda" de exquisita sofisticación. Y abajo, cadenas que no encadenan, porque no son de metal:

En joyería textil hay tres tendencias notorias: lanas, hilos, encajes hechos a mano, exquisitos bordados, retazos de telar ricamente trabajado se reciclan y cobran nueva vida como piezas de joyería artística, como piezas vintage o como valiosas piezas contemporáneas de ecología urbana.

Abalorios de plástico, cintas de organza y de terciopelo para este vistoso y colorido collar.

La joyería textil esta inevitablemente ligada al arte ya que las culturas, a través de generaciones y generaciones, plasman en esta joyería su enorme capital de símbolos, tradiciones y tecnologías. Técnicas de teñido, costura, bordado, telar, trenzado, diversos plegados, nudos y tejidos, técnicas de bijouterie, sombrerería y florería textil… son las artes y oficios al servicio de la joyería textil actual, que compite en galerías y museos de arte contemporáneo sin nada que envidiar a la orfebrería canónica.

Un collar de cinta y abalorios que no teme al "qué dirán".

Es que en la elaboración textil de cada pieza, diversos materiales vegetales o animales son deconstruidos y reprocesados completamente a mano para transformarse en piezas o accesorios de vestir más rústicos o sutiles.
Gargantilla gigante en cinta tejida con perlas acordes al tamaño de la bijou.

Texturas suaves y muy trabajadas, color extremo y poco peso son las propiedades que hacen distinta a la joyería textil, porque permiten elaborar cómodos accesorios cuyos volúmenes y formas serían impensados en otros materiales, como por ejemplo, puede verse en esta globulosa gargantilla azul y blanca:



Originales y llivianas tiara, bib y pechera a juego.


En general, las piezas de joyería textil contemporánea son ecológicas y bastante eclécticas. Sus estilos van desde lo rústico hasta lo romántico y rococó, pasando por el contemporáneo más minimalista.

Interesante broche realizado en tela empleando perlitas con la técnica "nido de abeja" y teñido a mano.


Paradojal y subversiva "cadena" textil: fragilidad en sus eslabones y fortaleza metáliza en su adorno de tachas.


En Argentina, hay una joyería textil autóctona y ancestral que fundó una tradición continuada hasta hoy. Son tejidos en una fibra que se suele combinar con otras fibras vegetales, pieles, cuero, alpaca o semillas de la misma planta de donde se extrae: el chaguar. En estas piezas de alto valor simbólico y artesanal se combinan tintorería, tejido, telar, cestería y platería precolombinas.


Semillas de chaguar tejidas con la fibra de lamisma planta, es esta red que forma un "bib" rústico.