sábado, 15 de junio de 2013

Una fabulosa paradoja de la decoración


No pensaba postear esto pero encontré un video. ¿Cómo? Como todo lo que existe en la red: yendo de uno a otro enlace en busca de un material que nunca llegó porque en el camino quedé deslumbrada con ciertas intervenciones de Jacques Grange por encargo de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé en la biblioteca de su departamento parisino.
Con un video de factura exquisita, el relato y la cámara móvil develan en 360 ° varias habitaciones del hogar que compartiera la quizás más famosa pareja del exclusivo mundo de la alta costura francesa.
Esta es la recorrida, donde podemos ver la fabulosa paradoja en que el sintético, minimalista art-decó se vuelve aquí recargado. Sí, por supuesto, paradoja logradísima por la reunión de los tres talentos y el resultado, habitaciones reposadas pese a la enorme riqueza en los detalles, el mobiliario y la arquitectura.
Como se dice en Francia: ¡¡¡CHAPEAU!!!
 

miércoles, 12 de junio de 2013

¡Vuelve el crochet hecho joya!

 
 
Parece un contrasentido, pero... ¿alguna vez soñaste que aquellas labores de la abuela casi olvidadas fueran el top de la moda? ¡Sí, el crochet, que así se llamaba, sigue siendo crochet aunque ahora tiene alto glamour!
Bueno, como dice el refranero popular, todo vuelve: como muchas de las labores femeninas no remuneradas, el crochet quedó relegado a una rebuscada artesanía, una especie de joya de la cultura.

 
La tendencia étnica, junto con la barroca vienen afirmandose desde hace unos años y rescatando definitivamente estas manualidades que, como vemos en la foto, siempre colaboraron con la joyería. En este collar el crochet no sólo determina el cierre; también sostiene y separa con arte y color sus múltiples vueltas.


 
 

 

 
 
Descubrí las bijoux-crochet hace ya unos años en un precioso blog, Edera Jewelry, hechas por encargo y sobre todo para bodas. El sitio tiene excelentes fotografías y muchísimas y delicadas creaciones que combinan el crochet con las más clásicas técnicas de enhebrado y alambrismo (fotos de arriba y la que sigue).
 

Pero lo que era hobby y pura creatividad se ha hecho furor y alta moda. Dentro de ella y de las poderosas manos de Chanel y Dolce e Gabbanna el crochet ha logrado venderse en joyas, bijoux, o como quieras llamarlas.



Vamos ahora con una muestra para que veas cuan alto se ha elevado ese tejido lleno de agujeros y hecho con una sóla aguja.

 
Para este collar franja se utiliza el crochet como unión colorida
entre distintas hileras de cadenas y abalorios, formando a su vez sus propias hileras de hilado tejido.
 


La fornitura que da forma y sostiene las perlas en estos pendientes es un divertido crochet en hilos de color oro y esmeralda.
 
 
 
¿Alambre de oro? Tejido, funciona como un engarce de encaje para estas turquesas.
 
 
 
 Muy glamorosa pulsera tipo cuff que teje cristalitos junto con el calado:
aquí también el crochet es el diseño 
 
 
 
Pendientes con florcitas tejidas como amorosos abalorios.
 
 
 
 
Algunas vueltas de crochet sobre cadena, otras con abalorios,
y tendremos un novedoso collar franja firmado por Venessa Arizaga.
Crochet negro y cristales, también de Venessa Arizaga



Finas cadenas metálicas tejidas al crochet, por Arielle De Pinto.

 
Un collar de varias vueltas formado por cadenitas metálicas al crochet, también por Arielle De Pinto.
 
Y como decía mi abuela: si para muestra basta un botón, aquí hay varios que demuestran cómo el crochet ¡puede con todo!



 

domingo, 9 de junio de 2013

El barrio de Palermo Chico "anclado en París" ( como dice el tango)


Emplazado entre Avenida del Libertador General San Martín, las calles Cavia, Tagle y las vías del tren, unos metros más allá está el río. A principios del siglo XX Buenos Aires era el gran puerto agroexportador de Argentina y los ricos hacendados tenían "la vaca atada".
Esta curiosa expresión que todavía se usa para referirse a quien no tiene que hacerse ningún problema por su subsistencia, proviene de aquellos años, cuando París estaba plagada de adinerados argentinos que llevaban en la bodega del barco su propia vaca, para no extrañar la leche de sus desayunos pampeanos durante sus largas estadías europeas.
Pues bien, Palermo Chico o Barrio Parque fué diseñado por el paisajista Carlos Thays en 1912 como reducto exclusivo de la clase alta y así funciona aún hoy a un costado de la explanada que bordea Avenida del Libertador, ese gran espacio parquizado con especies nativas que inspiró a Le Courboisier para diseñar una ciudad con paisaje -de esa idea nacieron las casas elevadas sobre pilotes que hicieron historia en la arquitectura del siglo XX-.


 
Vista aérea de la Avenida del Libertador: de sureste a noreste bordea las orillas del Río de La Plata. Este es el lado oeste de la avenida. Enfrente, al este, los parques y Palermo Chico. 
 
 

La margen Este de la Avenida en otoño, cuando la caída de las hojas permite apreciar mejor su arquitectura: es el límite del Barrio Parque con el resto de la ciudad. Se le llamaba Grand Bourg, y es sin dudas la evidencia más concreta y permanente del fanatismo de la clase alta porteña de aquella época por la cultura francesa.
 
 
 
Las calles de Palermo Chico son bellas y tranquilas, quizás demasiado, e invitan a caminarlo: allí, pese a su cercanía con el centro de Buenos Aires, se escuchan los pájaros y se huelen las flores.
 
 
 
Sus arboledas maravillosas techan un laberinto de amplias y cortas calles enredadas que permiten descubrir a cada curva mansiones impensadas.


 

La calidad y belleza de sus casas ha sido salvada varias veces de la demolición, por lo que el barrio ya alberga unos cuantos museos: el José Hernandez, de Arte Popular, el Museo de Arte Decorativo, el Metropolitano, de pintura contemporánea, el novísimo MALBA o museo de arte latinoamericano. También hay embajadas y por supuesto, viviendas de ricos y famosos.


 
El MALBA , sobre la explanada de la Avenida del Libertador presenta un llamativo contraste, ya que es una de las pocas construcciones contemporáneas del barrio.


 
Escondido en el laberinto se avisora el lindísmo edificio del Palacio Anchorena,
hoy Museo Metropolitano.
 
 
Se entra por las antiguas cocheras, donde funciona un encantador bar y restaurante. 
 
 
 
sobre la margen Este de Avenida del Libertador. 
 
 
Palacio Errazúriz
 
 
 
Allí cerquita, el Palacio Errazúriz y Alvear, hoy Museo de Arte Decorativo, obra diseñada y dirigida por el academicista francés Sergent. Se inauguró en 1917, aunque él jamás pisó Buenos Aires.
 
 
La fuente del jardín junto a la entrada para coches frontal del edificio, donde funciona una pequeña y declicada confitería desde cuyo piso alto se tomó esta fotografía.
 
 

La casa de Torquist, diseñada por el arquitecto argentino Alejandro Bustillo en 1928, quien manejaba a la perfección las proporciones estilo clásico francés, hoy es la Embajada de Bélgica.


 
La Embajada de España.


 
Villa Ocampo, primera casa de estilo racionalista de Buenos Aires, de la famosísima mecenas de las letras y escritora Victoria Ocampo.
 
Mujer poderosa y sin prejuicios, ella encargó al arquitecto Alejandro Bustillo, en el mismo año que la Casa Torquist, una casa en el más vanguardista estilo europeo, y no sé si por obediencia a su influyente dueña o porque Bustillo odiaba este estilo tan "crudo", la casa es bastante poco feliz. Nada que ver con su agraciada vecina la Embajada de Bélgica.
 
 

Afrancesadísimo el barrio, aunque no faltan algunas mansiones estiloTudor, porque muchos de los ricos agroganaderos eran ( y quizás lo siguen siendo) anglófilos. 
 
 
 
Los jardines del barrio son maravillas refrescantes para los sentidos.
 
 
 
Entrada por un sugerente vergel. 
 
 
 
Un moderno jardín de papiros en el primer piso de esta residencia privada, Rafael Viñoly, 1997.
 
 
 
Es que la visita al barrio realmente se completa elevando la vista al cielo.
 

Y en la misma parada, a los pies, ¡este increíble portón de madera tallada!

Los detalles son los motivos que hacen del recorrido un paseo lento y amable que nos sorprende con su rancia de belleza en extinción.
Si tienen la oportunidad, háganlo. ¡Quizás sientan como yo que por un rato están en otro mundo!