sábado, 9 de febrero de 2013

Tablescapes

Lo prometido es deuda. La contraje cuando les confesé mi amor por este genial decorador-diseñador inglés, de los más cuatro o cinco importates del siglo XX, también uno de los pioneros en la decoración como negocio.
Para mí, sus arreglos de mesa son incomparables. Mezcló épocas, materiales y estilos como ninguno. Fueron uno de sus fuertes, al punto que él los bautizó como "tablescape", un "almacenamiento organizado sobre un plano horizontal" (¿así suena horrible, no?) Más lindo es "paisajes de mesa".

 
Clásico Hicks: todo se escalona y acompaña. El dorado aparece tanto en el marco "a la hoja" como en el junco tejido del cesto, el rojo del poutpourrí resalta el de la pintura, el violeta de las hojas al índigo del apoyo de mármol.
 
 
Aquí los claroscuros se alternan con maestría: la forma de la cabeza del caballo y la fuente son similares y reflejan las líneas de la pintura, a la vez que las curvas hacen contraste con los ángulos de los cuadros y el mueble. El orden en los colores de la decoración invierte los de la pared.

 
Objetos semejantes entre sí forman una escala, neutros en los extremos, del blanco al gris, como en el cuadro, y estos floreritos que van en degradeé desde el contrastante azul, al rojo de la madera en las flores del más pequeño. ¡Capo!
 

Ahora van mis paisajes de mesa. Humildemente, por supuesto.
Aquí ven dos: uno sobre la mesa baja y otro sobre la de arrime.
 
ANTES 
 
 
 
 
 
DESPUES
 
 
 
 
 
 
Pueden apreciar en esta serie más transparencias y más blanco, para capturar la poca luz de este recibidor sin ventanas, la habitación más difícil de mi casa. A mí me gusta más. ¿Ustedes estan de acuerdo?
 

jueves, 7 de febrero de 2013

La identidad francesa revisitada por Madame Chic

 
 
Esta vez quiero mostrarles algo excepcional y diferente sobre las nuevas formas que puede adoptar un antiguo legado. ¡Cómo esta foto de la Marchesa Casati vistiendo una creación de Poiret inspira este vestido y chal confeccionados con cintas, mosaicos, mostacillas y telas vintage de Madame Chic!
Creo que es muy interesante.
Afiliada a la tradición de la alta costura francesa, puntada tras puntada Madame Chic o Jevda rescata legado, hitos y guiños de la moda con el bordado, los más finos textiles... el trabajo delicado de las manos sobre las fibras naturales, los cristales, los lujos y milagros traídos desde ellbaúl de los recuerdos por su creatividad, su ingenio  y su tezón. Ella nos propone así un viaje por el arte de Francia, la imaginación y la excentricidad, a través de íconos femeninos que le sugieren piezas diseñadas y confeccionadas manualmente con gran sensibilidad estética, no pocos riesgos, absoluta paciencia y mucho, mucho amor.


Jenny Eve Van Den Arendt (Jevda), nos subyuga con sus creativas bijoux, estolas y vestidos cuyo espíritu parece fluir de la historia de la moda, sus materiales, sus técnicas e influencias. Es que para Madame Chic los textiles, abalorios, hilos y brillos recuperados son más que bonitos. Son un modo de expresar su amor por Francia y por otras culturas que han inspirado el exotismo más esplendoroso de su país.

 
 
 
Toda su identidad francesa y mucho de su cultura son recuperadas y cuestionadas en cada uno de sus bordados. Los deshechos de la poderosa industria francesa de la moda aparecen reciclados por esta costurera que adora las puntadas a la vista y rechaza la máquina de coser aunque a veces, aclara, es necesaria.
 
 
Bib y chaleco con plumas.



Sarah Bernhardt como Cleopatra, 1981.
 
 
Cleopatra, abrigo de ópera realizado en base a la pieza de un antiguo sari.
Materiales: velo indio de seda, bordado con perlitas y abalorios negros.

 
 
 
Una fotografía de la mítica Mata Hari y su corpiño metálico sirvió como inspiración para este collar que recicla un bolsito en malla metálica de 1910. 
 
  
Detalle del collar
 
 

Una noche de baile, vestido, actual estilo "flapper".
Basado en el modelo de la izquierda, el Delphos Dress de Mariano Fortuny, 1910.

 
 
 
 
 Detalles de Brides of the woods (2012) y abajo el modelo terminado

Brides of the woods, 2012
 
 
¿No les parece también a ustedes que esta excepcional creadora merece muy bien el nombre de Madame Chic?

domingo, 3 de febrero de 2013

Máxima, la "holandesa" casual-chic.

 
¿Cómo están? ¿Tomadas como yo por la noticia de la semana?
Estaba pensando en otros temas pero no puedo sustraerme al aluvión sobre Máxima Zorreguieta. Por estos lados las princesas y casas reales no gozan de tanto prestigio y beneplácito popular, pero Máxima es argentina, y esa es "la" noticia: una argentina será reina de Holanda.
"Sencilla, simple, siempre elegante y fresca...", así la describen los holandeses. No en vano su rostro es la portada de un libro de reciente edición sobre la forma de vestir de las mujeres de la Casa Oranje.

 

¿Cuan argentina es la princesa todavía? Estudiemos su estilo -me dije-. ¡Y tuve todo el fin de semana para ello! Empecemos entonces.
Ultra argentina, Máxima jamás, jamais, never usa lo que no le queda bien: conoce al dedillo su figura, qué destacar y qué ocultar.



Miren su cintura: siempre marcada (las malas lenguas dicen que es la más corpulenta entre las princesas) Nunca sus escotes son al ras del cuello (darían prominencia a su rostro grande) Así destaca su busto mientras se ve muy femenina.

 

A cambio, tiene un gran porte que le permite cerrar sus looks con accesorios y sombreros. Puede llevar una pamela sin empequeñecerse, así como grandes bolsos, chales y collares -que Máxima no desprecia y elige muy bien-.

 
¡Impecable! Pelo, escote, cintura, zapatos, broche, aros, bolso: 
todo sin parecer recargada (otra especialidad argentina)
 
La princesa de Holanda tiene aquí dos diseñadores top: Benito Fernandez (mayormente vestidos de fiesta) y Graciela Naum, una experta en estilo casual que siempre aconseja no comprar conjuntos sino piezas sueltas por sí mismas importantes, que según se combinen varían dando personalidad al outfit.
Convengamos que Máxima parece seguirla a morir: es muy difícil verla con looks enterizos y cuando combina colores, ropa, accesorios... ¡queda genial!


Se destaca por sí sola esta pollera tubo, que podría ser de cuero charolado. El cambio del gris opaco del sweter (su cuello "buche" le da más presencia) al brillante de la falda es el "pequeño detalle" que hace "la gran diferencia": de algo trivial a algo muy, muy chic. La combinación del gris topo con dorado -notoria en la pulsera- es otro acierto. ¡Muy bien!

 
Aquí, la princesa by Naum.
Negro y sus posibilidades: adorado color de las argentinas.  
 
Los zapatos son otro de sus must. (Convengamos que Argentina es el país de las vacas y aquí el cuero no es un material privativo. Los genes nos empujan hacia las carteras, los zapatos, las camperas de gran calidad)  La princesa lo lleva aún en prendas de vestir, muy al gusto nacional: para descontracturar y aliviar la formalidad sin perder elegancia.
Por eso también suele usar bijoux en vez de joyas. Esto refresca sus outfits, porque un toque de bijoutería te hace moderna, original y vistosa sin lujo. Argentinísima, a Máxima no le gusta la ostentación.

 
 
 Miren sus aros naranja y amarillo limón, su pulsera ancha a juego. ¡Sería imposible con joyas una combinación tan acertada e informal de vestido y accesorios!
 
 
 
 
Cuando anda de visita por aquí, jamás deja de darse una vueltita por Fahoma (tiene las bijoux más originales, finas y a la vez artesanales que se pueden ver en Buenos Aires, hermosas piezas totalmente hechas a mano)
 
 
Dos broches-araña muy chic y artesanales. 

Por último, como para tantísimas mujeres de acá, para "la princesa despeinada" el pelo es una arma de seducción. No lo sujeta y lo deja al viento o dispuesto al libre contacto de los dedos. Igual que las argentinas lleva su pelo largo -nunca demasiado-, suelto y brillante.

 
El elegante tailleur negro obliga a mayor formalidad. El broche gigante lo moderniza mucho; tanto como el peinado que si bien es recogido, deja muchos mechones sueltos (otro truco que nos encanta a las argentinas para restar formalidad al trabajo del peluquero)
 
Conclusión: cumpliendo al pie de la letra los ítems de elegancia europea, Máxima nos deja a las argentinas muy bien posicionadas en los rankings de chicismo, y conserva absolutamente la esencia de nuestro modo de vestir. Para mí aprueba con un sobresaliente el test de argentinidad. ¿Qué opinan ustedes?