miércoles, 12 de octubre de 2011

La bijoux indicada según la ocasión


¿Qué tienen de parecido una salida de compras, el trabajo en la oficina y una reunión nocturna? Nada! Nos guste o no, espacios y momentos condicionan nuestro arreglo... ¡Pero esto no significa olvidar el encanto, la belleza o la sofisticación! ¡Que tu bijoux vaya acorde a lo que tu estilo "pide" para completarlo y lucir mejor!
Aquí van algunas reglas para facilitar el arreglo que buscas o para transgredirlas y sorprender. En una oficina donde la formalidad casi es ley, no podrás recargarte, pero un anillo ( no en la mano del reloj ) o unos aros que te identifiquen no estarán nada mal.
Si tu trabajo o salida son más informales, podrás usar tu imaginación: collares, accesorios para el pelo, pulseras, anillos, pendientes... ¡divertite!
Para algo más elegante aunque discreto, accesorios más grandes y en el color de tu ropa harán que tu look se destaque sin escandalizar: te verás vestida con cuidado.
Recordá que los accesorios relajan el atuendo, lo hacen más distendido y personal.

martes, 11 de octubre de 2011

Gripoix


Transparentes perlas de vidrios de Murano capturadas dentro de pequeños marcos de oro gracias a una llama de fuego, en cascadas de flores, de hojas, de plumas. La fantasía y el brillo de las joyas de la Maison Gripoix, con su depurada técnica, continúa dandonos sus delicadas exquisiteces.
De ellas, estas fotos para suspirar:


Un bello pendiente de vidrios Gripoix con filigranas de oro ruso.
  

 Detalles del mismo pendiente

Una camelia para la casa Chanel, cuya bijoux muy frecuentemente es de Maison Gripoix

 

Anillo de cabouchon rodeada por delicadas florecitas traslúcidas, también para Chanel.

 

Un primaveral collar antiguo formado por las tradicionales camelias.

martes, 4 de octubre de 2011

1930 Art-Decó: el nacimiento de la bijouterie

 


Hacia principios del siglo XX el tocador, mueble de distinción y clase, ya se había hecho bastante popular. Para los artículos femeninos de calidad y las joyas valiosas era el hábitat "natural". Mujeres nobles, burguesas y de clase media acomodada estaban listas para recibir este primer período de gran impulso a la bijouterie que fue el Art-Decó ( 1920-1939). Art-Decó abrevió Arts Decoratifs, el nombre de la exposición de Paris cumbre de las artes decorativas en ese tiempo.
Primo hermano de la opulencia de los años ´20 y la depresión económica del ´30, el Art-Decó fue producto de “años locos” y entre guerras, y de su deseo de placer incontrolado, sensualidad y lujo.
Lo novedoso de esta combinatoria fueron las joyas de imitación y el falso lujo en objetos para uso personal y cotidiano. En esos años “Ser” se fue haciendo cada vez más “parecer”. Y su sello estético fue la libertad, la alegría y la extravagancia.

Si bien desde el 1700 cada vez más mujeres adornaban su cuerpo con meros fines ornamentales, en estos años la bijouterie comienza a cobrar importancia como adorno e industria, porque es una época de mecanización de los procesos manuales y de necesidad de poner a disposición de una amplia clase media el adorno y la belleza. Resultado: los mismos diseños de la alta burguesía con materiales más asequibles que la joyería, o lo que es igual, los tocadores de las no pudientes se llenan de bijouterie.
Cocó Chanel llevó a la cima esta idea, logrando hacer cada vez más aceptable y popular el uso de perlas falsas y de bijouterie como complemento de los trajes que diseñaba.
El art-decó respondió al intento de dotar a la naciente producción masiva con arte y diseño, alternando materiales preciosos (diamantes, rubíes, oro, perlas), por otros muy poco ortodoxos e innovadores, como baquelita, plástico, cromo, acero y platino macizo. EL art-decó cambió el bronce por la calamina bronceada, el marfil por la marfilina.
Característico de este estilo es el uso de figuras geométricas (cuadrado, círculo y triángulo) o motivos de la naturaleza geometrizados; rígidas simetrías, y uso del color con fuertes contrastes, del tipo blanco-negro y tonos vivos y netos como verde manzana, naranja y amarillo cadmio.

Este tratamiento geométrico y de fuertes contrastes se aplicó a estilizadas figuras vegetales o animales, así como a las máquinas más populares de la época: automóviles y aviones. Lo mismo sucedió con los motivos exóticos tomados de culturas como el Egipto faraónico, aztecas y mayas, el Africa tribal, el lejano Oriente , y los nacientes movimientos en las artes gráficas. He aquí una foto de la exposición de Cartier, uno de los más importantes diseñadores de joyas de la época.


La bijouterie se adaptó a la nueva imagen femenina liberada de sujetadores y corset, que requería adornos más livianos, sencillos, alegres y más baratos. Los grandes escotes de los vestidos totalmente rectos y la falta de mangas requerían pulseras anchas y cocktails rings (anillos muy grandes).

Así como de collares alargados y generosos, que solían copiar modelos de los maharajás indios ( foto más arriba).
Dado que el peinado mostraba por primera vez las orejas, se pusieron de moda largos e importantes pendientes, así como gran variedad de aros de clip.



Las faldas lisas y rectas se adornaron con cierres diversos, broches y alfileres como complementos decorativos.



La bijouterie art-decó invadió también algunos accesorios concebidos como pequeñas obras de arte portadoras de lujo: neceseres, polveras, encendedores, lápices labiales, espejos, gemelos para camisas, estuches para cigarrillos y pequeñas carteras y sobres de fiesta.
Sobre femenino, cigarrera y encendedor con oro, zafiros y reloj en el cerrojo.