viernes, 13 de mayo de 2011

Perlas con estilo

Vuelven la perlas en todas las versiones que puedas imaginarte. Las hay de imitación, que no son una joya, pero son tan femeninas como las auténticas, y este año, además de estar en la cresta de la ola, llegan renovadas con color y diferentes grados de brillantez  o más bien de opacidad y texturas. Las más impactantes son las negras y las rosa flúo. Se usan de varios colores en un collar, mezcladas con cadena, con cintas, con dijes de cristal o camafeos...  Reinas indiscutibles de la bijouterie, ya no hay restricciones de uso para ellas.

Entonces, para evitar pedir socorro a último momento y llevarlas con estilo, hablemos de perlas tradicionales, de collares que te inspirarán a la hora de comprar y elegir las que mejor combinen con lo que llevarás puesto.    
Las perlas simil naturales se adaptan muy bien a distintas formas de vestir, según como las combines. No son muy llamativas ni muy sencillas y su forma suave y luminosidad quedan bien al rostro.  Por eso tienen un lugar preferencial en el atuendo femenino. Y por eso son un clásico que los diseñadores de alta costura jamás olvidan. A tal punto que los collares se han estandarizado teniendo los de perlas como patrón.


Los colores de moda: nude, grises, negro y camel van muy bien con las perlas de imitación en sus "naturales" tonos: blancos, cremas, agrisadas, beiges o rosadas.

¿Qué collar elegirás?
El collar corto, de Noche, tiene unos 40 centímetros. Si es de una vuelta va con prendas de sport y hasta con un traje de noche. De varias vueltas alrededor del cuello y no más largo que hasta su base, es ideal para un vestido  escotado o un strapless, acompañado con unos pendientes pequeños. Te quedará bien si tu cara no es redonda y tu cuello es alargado. Evitalo con un cuello corto o regordete.
El Princesa es un poquito más largo:  mide entre 43 y 48 cm. El más apropiado para cuellos redondos no escotados.
El Matineé, mide entre 50 y 60 cm. y llega hasta la entrada del pecho. Combina con ropa sport o profesional.  Las perlas no estan hechas solo para los vestidos: quedan muy bien sobre la lana o bajo las camisas siempre que mantengan la armonía.


El Ópera mide entre 71 y 76 cm. Cae hasta el pecho y va muy bien con escotes redondos altos o con escotes marcados y en V.  Aquí lo vemos sobre el vestido rojo. También hay un collar corto, de una vuelta y haciendo gala del gran vestido blanco de fiesta, una gargantilla de piedras.



El más sexy es el llamado Cuerda, y puede llegar a un metro. Es muy elegante y te favorecerá mucho si tu cara es redonda y tu figura no muy delgada. Es una muy buena adquisición que te permite usarlo en una vuelta larga suelta, trabado con un nudo, una vuelta pegada a la base del cuello y el resto largo, tres vueltas o cuatro unidas por un broche tipo "Twist" o una cinta en el mismo tono o haciendo contraste y un moño a la vista como un adorno adicional.
La Gargantilla rodea y se pega al cuello. Es ideal con vestidos sin breteles, a los cuales estiliza y da glamour.                                   

El collar de Diamantes forma con las cuentas algunas caídas en su vuelta principal.
El Collar de Perro es una correa provista de una joya en su centro., que en este caso puede ser una perla barroca, o sea de forma irregular.




Un detalle: las vueltas en cantidad o los collares de perlas grandes no te convienen si tu figura es más bien gruesa.
Si ya tenes un collar de estos y no le das uso, intentá colocarlo  con otros y que se destaque lo que quieres combinar.

martes, 10 de mayo de 2011

Bijoux: la adelantada del Pop

El subfijo "POP" viene de popular y se utilizó durante la segunda mitad del siglo pasado -se sigue utilizando- para denominar innovadoras manifestaciones provenientes de una revolución cultural que pretendió democratizar el arte y la cultura, añadirle diversidad y heterogeneidad. Eran pop lo que hoy se llaman "intervenciones", "performances", "graffittis" y todas aquellas expresiones artísticas que no entraban en los catálogos de museo.
La bijouterie es una de esas actividades super difundidas que más de un crítico estricto llamaría "menor" pero que por su popularidad y por pertenecer al mundo de la estética y la plástica, sería ampliamente merecedora del apelativo "arte pop". Coincidentemente, su importancia como industria comenzó a mediados del siglo XX, casi junto al auge del denominado Arte Pop.



La bijouterie nació lentamente, al ritmo de gestación de la clase media e imitando con precios menores la joyería. Eran piezas que no se fabricaban en metales preciosos y se utilizaban de igual forma que las joyas, en el adorno corporal o en el de algunas prendas. Pero ya no pretende solo eso.
La bijouterie, desde siempre, formó parte de expresiones culturales performativas. El teatro, las fiestas populares y todo tipo de espectáculo son impensables sin el color, el movimiento y el brillo de adornos y materiales diversos formando piezas llamativas.



Los decorados y la decoración cuentan con la ayuda de piezas de bijouterie para lograr sus resultados impactantes a bajo costo, que pueden ir desde gigantescas lámparas de techo armadas con las técnicas y materiales no "preciosos" hasta pequeños objetos de uso cotidiano, como artículos para la mesa, el tocador o el escritorio.



Cada vez más, la bijouterie se impone por su audacia, su función comunicativa y estética. Se observa hoy un cambio en sus formas y significados, así como en el uso de los materiales, que van desde unos valiosos y usados en la joyería hasta los más inesperados, como fieltro o papel.
Formatos y modalidades de uso colocan a la bijouterie como arte pop al servicio de la necesaria dosis de poesía para hacer de cualquier experiencia humana algo un poco más bello.


sábado, 7 de mayo de 2011

La bijouterie-extrema llegó a la moda.

Todo va y viene, la moda se retira por oleadas... y  nunca deja de retornar.
Este año acomodado a la crisis económica mundial y la imposibilidad de renovar todo el guardarropas, la bijoux crece de tamaño, junto a la vieja e infalible estrategia de actualizar el estilo con accesorios.
Si te gustan las bijoux aprovechá: rebuscá en tu tocador, como para empezar.
¿Qué es lo que se usa?
Lo recargado, lo enorme, los colores shocking o los pálidos casi invisibles, el brillo, el super elegante y glamouroso estilo retro pero agigantado -por supuesto-, y los accesorios sin discreción.
Empecemos por las pulseras, que retoman un protagonismo un poco olvidado. Usa una muy ancha o muchas delgadas y agrupadas por colores y en estilos conjugados; que no parezca que te pusiste encima todo lo que tenías guardado. Esta que ves son las de la colección Chanel 2011.



Este año además viene de... perlas, perlas y más perlas.
Grandes, chicas, gigantes, lisas, porosas, brillantes, mate, de colores, de cultivo o de coral, o de roca volcánica... Collares cortos de una vuelta, bien retro, como en los años ´50, con o sin un broche con piedras brillantes colocado en forma asimétrica, tomando todas las vueltas o a un costado.



Mezcla tus collares de perlas, anudá uno a otro, superponelos o enroscalos juntos. Lo último son las perlas crema, negras o rosadas.
Aros larguísimos, lo más que puedas, sobre todo para el after office, si tienen perlas y te llegan al hombro, mejor.
Bijouterie oscura, piedras similares a los productos de la tierra, o de tipo volcánico... ónix y cristales brillantes negros, incluso perlas de río negras.



Oro y metales rosa, como tu abuela los usó.
El rosa también vuelve a los accesorios en todas sus tonalidades, fucsia inclusive, sin vergüenza para las más jóvenes o para las maduras que quieran "levantar" un atuendo que puede ir del azul al negro, o por todos los violetas, desde los más azules a los más rosados.
El naranja también empieza a verse en accesorios que le dan vida al camel.
Bijouterie inspirada en la naturaleza: con formas alegóricas, como hojas, flores o insectos en aros, collares y broches. Las mariposas y libélulas, en la cúspide.
Eco-bijoux, o bijouterie hechas con gemas naturales, semillas, hilos y todo tipo de material noble. Quedan afuera los tóxicos de ciertos metales de la industria masiva: cadmio y níquel en primer lugar, que al contacto con la piel son absorbidos en pequeñas pero permanentes dosis.
Cadenas tipo Chanel, solas, agrupadas o con tiras de cuero pasadas entre sus eslabones. En gargantillas, pulseras, cintos, carteras, solapas, zapatos ¡y en todo lo que se te ocurra!  



Alto brillo para elevar tu glamour: cristales tipo Swaroski, vidrios tallados y piedras facetadas muy muy pulidas en todo tipo de accesorio, desde gargantillas a hebillas para el pelo, desde broches de carteras hasta adornos para los zapatos, y en muchos detalles de la ropa también.



¡Wowwww!