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sábado, 19 de mayo de 2012

El étnico barroco de las bijoux de Ayala Bar



Esta diseñadora israelí se las arregló para enamorar con lo que encontró por allí: aleaciones de metal desconocidas para la bijoutería (¿restos de pertrechos de guerra?), resinas, retazos textiles, piedras, cristales, mostacillas, cuerdas y cintas...



La lista de materiales es heterogénea, y su inventiva también: tiene mucho de barroco y mucho de étnico -el oriente medio se nota en el gusto por la ornamentación recargada y la manufactura detallista-, tiene algo de hippie en el uso de materiales populares y ecofriendlies y también es posmoderna en la superposición de técnicas y formas.
Para sorprenderte con tus propios ojos, pasá por esta pequeña muestra y mirá:







                                                       








 


  







 
Árriesgada la muchacha, pero una maestra de las combinaciones. Y como decía mi abuela: ¡el que no arriesga, no gana!








lunes, 23 de abril de 2012

La joyería contemporánea... es joyería?

Tradicionalmente, la joyería se reserva junto al valor artístico, el valor económico de los materiales que emplea en la confección de la pieza. A veces, este es el único valor que exhibe. Es una distinción clásica y también objetable entre joyería y bijoutería.
Por el escaso valor económico de algunas de sus piezas, la joyería contemporánea se presenta a veces como un territorio intermedio. Pero no.
La zona en la que ésta joyería se desarrolla se desprende del valor monetario para relacionarse con la experimentación, la creatividad, el borramiento de ciertos límites, la deconstrucción, la superposición y la mezcla. Su contemporaneidad implica una fuerte alusión al concepto, el mensaje y cómo lo comunica. Por eso también se la llama joyería "de autor".
Aunque hay algo más a tener en cuenta. No es difícil escuchar de algún elemento natural  o alguna obra arquitectónica o hallazgo arqueológico que "es una joya". Es una joya por la sensibilidad que despierta, por su gran hermosura, por su delicadeza o por la minuciosidad del trabajo que encierra.

Aude Tahon, hilo. Anillos


John Svenja, plástico. Pulseras 



Alidra Alic, porcelana. Anillos


Nel Ilsen, papel. Collar


Doris Betz, chapa metálica. Collar


Sayumi, broche. Papel e hilo. 


Seulgi Kwon, broche. Silicona

Por los colores, materiales y formas, habrán notado que la joyería contemporánea nada tiene que ver con lo prohibido: admite todos los materiales, los colores y las técnicas para modificarlos. Y no desprecia la joyería tradicional que combina con astucia, por ejemplo en aquellas partes en que la joya se conecta con el cuerpo. Para mí, su condición principal y que nunca pierde es su intensa vocación lúdica. Ese es, creo, su mayor deleite y valor.

domingo, 15 de abril de 2012

Sensual y extravagante


Investigando arreglos para el pelo pueden encontrarse montones de inventos.
Hoy mismo, hay diseñadores que echan sobre las cabezas de sus modelos increíbles volúmenes y objetos con creatividad inexcusable. Pero de esta fotografía, hecha en 1922 y cuyo autor desconozco ¿qué más que elogios puede decirse?  
En realidad no sé cual se ve aquí más sensual y extravagante: si ella, Dolores del Río, esta hermosísima actriz mexicana que filmó en Hollywood treinta y pico de películas y murió en los ochenta... o su tocado seudojaponés, que se luce como una verdadera obra de arte gracias a su belleza.

martes, 10 de abril de 2012

El fileteado porteño se sube al cuerpo


En la ciudad de Buenos Aires hay un arte popular nacido de la mágica e intensa fusión de culturas que se dió y tuvo su mayor logro en el tango. De la misma época y la misma extraña y generosa mixtura está hecho el "filete porteño".



Su nombre habla de un hilo, filo o filete, posiblemente copiado de los "carretos" sicilianos, que decoró y fijó para la memoria esperanzas y logros en textos con rima o los mitos de esta tierra, enmarcados todos por alegres líneas curvadas, enroscadas, entrelazadas y sombreadas.
A medida que los filetes se fueron incorporando a los carros tirados por caballos o a los transportes colectivos que se empezaban a fabricar aquí, el fileteado de las carrocerías se afianzó e incorporó muchos más elementos decorativos.

Este "escarabajo" de Wolkswagen "vive" en Buenos Aires.

De las fachadas art-nouveau que por los años 20 comenzaban a embellecer la ciudad vinieron los motivos vegetales y flores de cinco o cuatro pétalos. Y también hubo letras cursivas o góticas, que todo el mundo leía, porque su caligrafía ornamentada era conocida y jugaba bien con el llenado excesivo de las superficies. Hubo filetes engrosados que terminaban siendo banderines, banderas o cintas argentinas. Y hubo símbolos de la fuerza masculina, como caballos o dragones -que parece fueron tomados del friso superior del teatro Cervantes-.



Y hubo hojas de acanto, cornupias y diamantes. Y hubo vivos colores sicilianos con mucho dorado y el celeste y blanco argentino... bandoneones y retratos de Gardel... o de santitos autóctonos como la virgen María, la difunta Correa o el gauchito gil.

Isabel Sarli, actriz argentina y musa de las fantasías sexuales de toda Latinoamérica

Todo eso hubo, inmerso en una tiránica y ordenadora simetría.
El apogeo fué un poco antes de que en 1970 la escultora Esther Barugel y su marido el pintor Nicolás Rubió organizaran en la galería Wildenstein una muestra con los paneles que habían sido parte de esos primeros carros tirados por caballos. La exposición fué un éxito, e hizo que aquello que estaba incorporado al paisaje cotidiano de los porteños empezara a ser mirado como un valioso producto cultural.

Botellitas que fueron obsequio durante una convención internacional de ejecutivos de la bebida.


En 1975 una disposición municipal prohibió los fileteados en las carrocerías y luego cerraron o casi las fábricas de colectivos, el pueblo no tuvo dinero para comprar camiones, y el filete fué desdibujándose en la ciudad. Sólo perduró en la cartelería de bares y almacenes.
No obstante, una generación de artistas pop ya había tomado nota y el fileteado se incorporó a numerosas obras.




El auge actual del tango y quizás también de los tatoo y el body painting, pone ahora en la calle y en los escenarios un fileteado menos rígido y más sensual, un fileteado que se transforma en memoria en movimiento, hecho en el cuerpo. Encarnado.




Artistas populares con sus cuerpos "fileteados"


Filete de Bicentenario.

En un desfile realizado con ocasión del Bicentenario

domingo, 8 de abril de 2012

Mary Arantes diseña emociones, sueños y memorias


Desde hace 30 años la especialidad de Mary Arantes son las joyas y los textiles, los contrastes, los colores, las texturas y el tamaño gigante, los materiales naturales y las técnicas autóctonas. Podría decirse que es una maestra del diseño sustentable y una maravillosa exponente de la moda "antropológica" del Brasil actual .


Con referencia en el arte pop brasilero, su fuerte son los materiales precarios y los desechos que transforma en objetos o joyas con gran sentido poético. Apasionada por el diseño y el arte,  los avezados ojos de los cazadores de talentos rápidamente captaron su personal búsqueda estética. Resultado: Mary pasó de ser conocida en Brasil a ser publicada en Elle, Marie Claire, Vogue y ¡llegó a todas partes!. 

Es que ella es original: nunca fué su interés parecerse a nadie ni seguir estrictamente una moda.  En cada colección se advierte una búsqueda personal íntimamente ligada a las emociones, a los sentimientos, a la memoria y la historia popular. Arantes sabe cómo asociar los sueños con la idiosincracia del lugar para crear alguna cosa bonita y cambiar un poco el mundo.

La artista-empresaria nació en el Valle de Jetiquinhonha, en Río Prado, Brasil.  Su motivación desde niña ha sido “si no puedes tenerlo, hazlo por ti misma”. Luego de años de reflexionar, Mary descubrió que entró a la moda al mudarse a Belo Horizonte a los 12 años, cuando necesitó diferenciarse de las otras niñas por su modo de vestir. Empezó a crear piezas de joyería con objetos cotidianos, con mucha inspiración y cerca de su padre, que era sastre. Con los restos textiles del taller de su papá y la ayuda de su madre, ella confeccionaba prendas que luego vestía. Si compraba zapatillas, las bordaba. Si tenía un collar nuevo, lo desarmaba y le ponía todos los santitos de su comunión.





Parecía extraña pero "estaba creando un estilo propio". Gracias a esas ropas y bijouterías que no existían en el mercado y las amigas le encargaban, fue entrando en el negocio de la moda. Pero luego, mientras estudiaba odontología y crecía el trabajo, requirió la ayuda de su padre y su hermano: los tres compraban materias primas en Río de Janeiro y San Pablo y volvían desde allí en bus a Belo Horizonte cargadísimos mientras recorrían los puntos de venta. Era una locura sin la cual no hubiera podido crecer.
No obstante, cuando se dió cuenta que la vorágine llevaba a que el trabajo fuera siempre lo mismo, optó por lo más difícil: lo hecho a mano, lo complicado, los temas nacionales y levantar banderas que necesitan ser visibilizadas. Por eso ella dice que quien compra sus productos viste "una historia, una emoción".


¿Qué representa para Mary la bijoutería? Un modo de presentarse a los otros, de asumirse, de comunicar, de decir estoy aquí, a la vez que de hablar a través de un objeto e imaginar el trabajo de las personas. Las bijoux se llevan en lugares claves del cuerpo: las orejas,  el cuello, el puño, los dedos, dice Mary.


"Hoy no me importa tanto hace bijoutería sino cómo". "Estoy trabajando para un proyecto llamado Talentos de Brasil", que tiene como objetivo llevar el diseño a comunidades carenciadas. Es allí que uno percibe que se puede cambiar la historia de algunas personas". 
Su marcado interés por lo social hizo que fuera invitada a hacer una colección sobre pájaros del Amazonas. Y resultó que el Amazonas no era lo que ella creía. Allí se enteró que una madre, por no escuchar llorar de hambre a sus hijos, se puso a cazar pájaros para hacer una sopa. Bordar pajaritos para una colección hubiera sido una mentira. Entonces, bordaron en una pieza una pluma con la leyenda "es preciso ser leve" y en otra "mis hijos no conocían el pan, comían pájaros".


De su experiencia de más de 30 años en la moda, Mary rescata permanentemente el valor artesanal del trabajo y la cantidad enorme de manos que hay detrás de cada pieza. Además de autora, maestra y activista en múltiples emprendimientos de carácter social, esta increíble mujer es una gran empresaria. Las más de 900 piezas que incluye su producción son legítimamente brasileras. Sus piezas son realizadas sólo a mano por más de 70 empleados para unos 500 puntos de venta. 


Con orgullo étnico y gran audacia Mary presentó su colección 2012 en Minas Trend Preview